interZona

Abrazos de gol

Los ensayos de De pies a cabeza logran pensar el fútbol por afuera de las antinomias usuales. Un esfuerzo de equipo que, sin dejar de lado el sentimiento, abreva en ideas complejas y gambetas del lenguaje.

Por Damián Huergo

¿Por qué nos abrazamos con un desconocido cuando nuestro equipo hace un gol? ¿Qué hilo se rompe en nuestro cuerpo para que lloremos como víctimas cuando un multimillonario pifia un penal? ¿Qué sustancia conforma al fútbol para que –aun en épocas de quiebre del tejido social– sea una red socializante y de contención? Los intentos de respuestas –salvo excepciones– que se hicieron desde la literatura, la filosofía o las ciencias sociales vagaron entre el lenguaje gélido y formal de la academia, la mirada peyorativa o la narración sentimental. El fútbol, como el rock o la amistad, sólo podría ser captado a través de la vivencia y la experiencia. Como bien marca la dupla de jóvenes ensayistas Juan Manuel Sodo y Agustín J. Valle (compiladores y prologuistas de De pies a cabeza), esta concepción se apoya en un clivaje pensamiento sentimiento que empieza a quedarse anacrónico.

La serie de ensayos sobre fútbol que forma De pies a cabeza tiene como principal objetivo romper con la polarización entre pensar y sentir, entre lo racional y lo intuitivo. En cada uno de los dieciocho textos se piensa el sentimiento y, sobre todo, lo hacen con sentimiento, de un modo visceral, sensual, sincero y –en ciertos casos– humorístico. Los autores se ocupan de todas las partes que hacen al universo del fútbol: jugadores, instituciones, juego e hinchas. El vehículo que utilizan para darles cauce a las ideas es el ensayo libre: género híbrido, interdisciplinario, collage. Así, en el libro y –por momentos– en un mismo cuerpo textual, conviven la crónica en primera persona, la mirada sociológica, el lenguaje futbolero y territorial, la semiótica de los medios, la narración literaria y, como gesto de distinción, el diálogo, el pensamiento colectivo, la escritura en equipo. Tal mezcla de saberes fue posible por la atinada convocatoria de participantes. Como esos técnicos que en lugar de fichar estrellas apuestan por jugadores de las inferiores o de ligas remotas, la dupla Valle-Sodo citó –por nombrar algunos– a los escritores Oliverio Coelho y Federico Levin, a los cientistas sociales Ezequiel Gatto y Juan Pablo Hudson, al periodista deportivo Ezequiel Cogan, al imprescindible Colectivo Juguetes Perdidos, al músico –¡sí, al músico!– Hernán Gallegos y al todoterreno Rubén Mira.

Los ensayos no son herméticos, las prosas son amables con los interlocutores sin ser condescendientes. Es el caso de “Un análisis canalla” de los rosarinos Sodo y Hudson, que pese a estar cargado de conceptos y modismos propios de las ciencias sociales, conserva su atractivo al desglosar el hinchismo, el aguante y el sentimentalismo, prácticas familiares de potenciales lectores del libro. Otro de los ensayos que se destaca por su lenguaje es el de Valle y Cogan, sobre el juego paciente del Barcelona; sobre el uso de una temporalidad ajena a los cronómetros del mercado y del espectáculo –tal como lo entendía el programa Fútbol de Primera–. Escrito con una prosa sensual, tántrica, como el toqueteo del club catalán, los autores honran uno de los postulados del prólogo: “Solamente el sexo provee a la vida social de tantas metáforas como el fútbol”.

Otra particularidad de los ensayos breves es la de ahondar la fisura que trabajan, de extenderlo a otros contextos, sin abandonar la línea principal. Por ejemplo, “Belleza o bigotismo”, de Agustín J. Valle, sobre la presidencia de Mauricio Macri en Boca, puede ser leído como un análisis político de la gestión del alcalde en la Ciudad de Buenos Aires. En ambas experiencias, según el autor, se repite el modo de operar mediante el “eficientismo”; definido como una lógica política que transforma el valor inmanente de lo gestionado en valor de cambio, diluyendo su belleza y razón de ser. Un procedimiento similar se observa en “El grito singular”, de Ezequiel Gatto, que se ocupa del grito primitivo de gol. El gol, según Gatto, “aparece como un deslizamiento lingüístico de pura creatividad colectiva, que instituye un privilegio, o una servidumbre absoluta, de la palabra al significado y que funciona como un atractor de energía”.

De pies a cabeza funciona efectivamente como un atractor de energía, como un canalizador del agite que los autores vienen realizando desde hace años en distintas plataformas. De pies a cabeza no es sólo un libro sobre ensayos de fútbol, sino que es el resultado de encuentros, cenas, debates, de un colectivo de pensamiento que se propuso pensar lo impensable. Este trabajo colectivo se percibe en la escritura a cuatro manos de varios textos y, sobre todo, en la denominación del lector como interlocutor, como un otro que abre la cancha. El Colectivo De Pies a Cabeza agujerea el mito letrado de que uno escribe para otros, para argumentar con hechos que uno siempre escribe con otros.

¿Ya leíste Notas de suicidio?: Marc Caellas y un ensayo sobre los últimos mensajes de artistas suicidas