interZona

Una foto para el diálogo

La antología "Zona de cuentos" (Interzona) incluye once relatos seleccionados en el Concurso de Narrativa Eugenio Cambaceres 2014 que organizó la Biblioteca Nacional.

Tal vez como la última acción de Horacio González al frente de la Biblioteca Nacional, se acaba de publicar Zona de cuentos (Interzona), la antología que surgió a partir del Concurso de Narrativa Eugenio Cambaceres 2014 organizado por la propia Biblioteca. El concurso estaba apuntado a cuentos de entre 5 y 12 páginas de extensión, y los tres ganadores (que recibieron 12, 9 y 7 mil pesos respectivamente) junto a otros ocho finalistas fueron incluidos en este volumen. Once cuentos perviven, entonces, de los más de dos mil que se presentaron.

Una antología es una foto del estado del arte y esta foto —que finalmente fue tomada por un jurado compuesto por Juan Forn, Soledad Quereilhac y Jorge Consiglio— hace foco más en la tradición de Martínez Estrada, que en la de Borges y Macedonio: una foto bien podría servir para mostrar la ideología que dio sustento a la gestión de González. Con autores de diferentes regiones (San Miguel de Tucumán, Buenos Aires, Mendoza, Reconquista, Villa María, Bahía Blanca, etc.), edades y experiencias: conviven autores de cierto renombre, como Osvaldo Baigorria —que obtuvo el tercer premio—, con escritores que hasta ahora no habían sido publicados, el resultado es una mezcla heterogénea que, sin embargo, se sostiene por la fuerza de gravedad de la propia muestra.

Llama la atención que en la mayoría de los cuentos la acción está en presente y el narrador abusa de la autoconciencia —el relato se interrumpe y el autor dice algo acerca de lo que está escribiendo— como si creyera tener control absoluto del texto. Llama la atención también cómo las problemáticas locales tiñen cada historia, a veces como telón de fondo —el escenario de “Para siempre” es la estación de un tren abandonado—, a veces como protagonista y motor de la historia —la inundación en “La tortuga gigante”—.

Zona de cuentos es una forma interesante para descubrir nuevas voces —prestar especial atención a Fernando Rouaux y su cuento “Las hormigas”— al tiempo que, como documento postrero de una gestión, seguramente ayudrá a entablar un diálogo con las primeras acciones del futuro director de la Biblioteca, Alberto Manguel.

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