Por Pablo Díaz Marenghi.
Es posible rastrear la trayectoria excelsa de Luis Chitarroni (1958) como editor de larga data. Creador del sello independiente La Bestia Equilátera, anteriormente editó, durante muchos años, en Sudamericana. De hecho, reconoce a Paco Porrúa como uno de sus mentores. Sus columnas en la revista literaria Babel son recordadas por su tenaz vocación crítica, su acidez e ironía a la hora de despedazar a cuanto tótem literario se le cruzara sin que le temblara el pulso.
Ahora bien, ¿Cómo escribe ficción Luis Chitarroni? Su último libro, La noche politeísta, funciona como una muestra de un universo peculiar, deudor de las prosas rioplatenses más revulsivas: desde Felisberto Hernández pasando por César Aira, Osvaldo Lamborghini o su amigo Daniel Guebel, el Chitarroni escritor es una rara avis. Y expresa, también, una resonancia borgeana –no casualmente dio una conferencia, devenida en libro también en 2019, llamada Breve historia argentina de la literatura latinoamericana (a partir de Borges)–.
En estos relatos despliega referencias literarias, genera situaciones bizarras y describe personajes atípicos que tejen guiños con sus novelas anteriores (Peripecias del no y El carapálida) y entre los mismos cuentos. Al leerlos, queda la sensación de estar enredándose, cada vez más, en una madeja imposible de desatar.