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Buena presencia, teatro, drama, arte y humor

Lía Jelín y Miguel Rep ante el estreno de "Buena presencia". "Las cosas se soportan mejor con el humor". La directora convocó al dibujante para que se encargara de la dirección de arte en su puesta de la obra de Víctor Winer.

Convertir un drama en algo que provoque risas parece ser un ejercicio natural para Lía Jelín, experimentada directora del teatro comercial al cual supo aportar títulos recordados como Confesiones de mujeres de 30, El placard, Monólogos de la vagina, El día que Nietzsche lloró y la arrasadora Toc Toc. Y con ese espíritu disruptivo que la caracteriza es que encaró Buena presencia, su propia adaptación de la obra escrita en 1981 por el dramaturgo argentino Víctor Winer, quien buscó retratar de manera cruda la realidad de la economía local a través de cuatro personajes: el Joven, quien busca trabajo; Jordán, el empresario y financista que le promete al joven un puesto en su empresa; Elías, empleado de Jordán; y el Hombre, víctima de las estafas de Jordán.

- Buena presencia fue escrita en 1981. ¿De qué manera creen que dialoga esta historia con la actualidad?

L.J.: -Nada cambió y cada día es peor. El mundo entero va hacia la derecha y la obra describe, de alguna manera, una realidad feroz que estamos viviendo desde hace mucho tiempo y que muestra que lo que importa es la patria financiera. La plata ya no es un símbolo para intercambiar, sino que se convierte en algo abstracto. Además está viniendo una revolución digital brutal y no sabemos qué va a pasar.

M.R.: -Estamos viviendo en el mismo ciclo en el que fue pergeñada esta obra. En 1981 se produjo la caída de las financieras y ese es el drama argentino que se repite, como ocurrió en 2001 y 2002, y que seguimos pensando que va a volver a ocurrir. En ese sentido, hay un presentimiento en esta obra. Esta experiencia ya la hemos vivido y, sin embargo, vamos otra vez hacia ella como corderos, votando.

 

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