A casi tres meses de la muerte de Ernesto Cardenal, una de las voces más destacadas de la literatura en lengua española, se puede releer esta pequeña obra maestra de 1961, creada bajo el influjo de Catulo y Marcial. Los epigramas de Cardenal fueron escritos entre 1950 y 1957, y reviven sus años de romances y compromiso político antes de ordenarse como sacerdote. Además de breves poemas satíricos, aparecen otros ya clásicos de la poesía amorosa. "Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña./ Los he escrito sencillos para que tú los entiendas./ Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,/ un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica", escribió el entonces joven poeta (y profeta). Interzona.