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Cuatro libros para leer en el verano

En este artículo, Solana Camaño recomienda cuatro libros bien distintos para leer durante el verano, pero con una característica en común: son historias soterradas en lo más cotidiano e íntimo de los vínculos.

2 | Rabia 

Es curioso cuando la literatura contemporánea huele a clásico. Una especie de alerta: al final, los grandes dramas humanos son siempre los mismos. Rabia de Sergio Bizzio, novela argentina publicada en 2004, relata la historia de María, un obrero que se enamora de Rosa, mucama de una pareja rica. Él asesinó al capataz y prefiere una vida como fantasma en esa mansión ―sin que su amor lo sepa― antes que la cárcel. 

El tamaño de esa casa es tan absurdo como las desigualdades sociales y la humillación de los desclasados. Porque sí, podríamos decir que Rabia es una novela sobre capitalismo, trabajo, xenofobia y género en la Argentina, pero como dice Elvio Gandolfo, “eso puede hacerlo cualquiera”. (O casi). El talento está, sobre todo, en la forma. El texto es seco y cinematográfico. La cámara acompaña a María en su día a día como espía. La mira a Rosa arrobada. “Su adoración por ella era tan grande que se había vuelto místico para negarla sin morir”, se lee. Una reminiscencia de Roland Barthes: “Toda solución es implacablemente remitida a su sola idea ―es decir a un ser verbal―; ajustarse a la preclusión de toda salidad: el discurso amoroso es en cierta forma un a puertas cerradas de las salidas”. Idea de suicidio, idea de separación, idea de viaje, idea de reclusión y espionaje, ¿por qué no?

Una novela oscura, íntima y recomendada para quienes piden el consejo más escuchado previo a cualquier descanso vacacional: “Dame algo que no pueda dejar de leer”. Rabia, entonces.

Ganador al mejor libro argentino de creación literaria: "El náufrago sin isla" de Guillermo Piro es la obra ganadora del Premio de la Crítica de la Fundación El Libro 2024