Según el informe de la Cámara Argentina del Libro de 2014, los títulos de obras teatrales de autores locales alcanzaron apenas el 2% del total de libros editados en el país, por debajo de las ediciones de autor y de poesía argentina contemporánea. Al comparar ese dato con la nutrida cartelera teatral porteña y las de otras ciudades, con la multiplicación de festivales internacionales, nacionales y provinciales, y con la asistencia si no masiva por lo menos sostenida del público, la escasez de ediciones de libros de teatro se vuelve notoria. Tanto es así que la aparición de algunos títulos presentados por directores teatrales reconocidos, como el caso de Rubén Szuchmacher o Mauricio Kartun, y de antologías de autores jóvenes, como las publicadas por los sellos Excursiones, Entropía o Interzona, se perfilan como novedades singulares en el campo editorial. "En la Argentina las ediciones dedicadas al teatro son escasas en relación con la enorme actividad que se realiza en el país -señala Szuchmacher- . La mayor cantidad de libros que aparecen son de dramaturgos locales y de los llamados clásicos, pero es casi imposible hallar libros de autores contemporáneos de ninguna parte del mundo. Suelen abundar, por el contrario, los trabajos de algunos académicos que con frecuencia no tienen mucha relación con la práctica teatral concreta. Además, faltan descaradamente libros sobre directores escénicos como Roberto Villanueva, Jaime Kogan, Carlos Gandolfo. También son escasas las reflexiones escritas por los propios artistas, como El teatro vulnerable, de Griselda Gambaro. El teatro no es sólo las obras, sino también los teóricos. En ese sentido rescato Teatro anaurático, de Federico Irázabal, gran investigador del pensamiento teatral argentino." Szuchmacher acaba de publicar Lo incapturable (Reservoir Books), un ensayo sobre la puesta en escena y la dirección teatral. El célebre director de Galileo Galilei y Escandinavia, entre muchas otras piezas, observa que las marcas de producción del teatro argentino influyen en la escritura de obras. "Textos producidos para pocos actores o uno solo, prácticamente sin cambios de escenografía, abundancia de monólogos, elencos no rentados, espacios reducidos, argumentos repetidos de familias disfuncionales o parejas en crisis son todos factores que circulan en la interioridad de las obras y que establecen patrones de escritura." No obstante, Szuchmacher sigue con interés las producciones de Maruja Bustamante, Lautaro Vilo, Diego Manso, Pablo Quiroga, Mariano Pensotti y Mariano Tenconi Blanco. La publicación de Micromonólogos (Interzona), una compilación hecha por Mauricio Kartun y el equipo de la cátedra de Creación Colectiva de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires, parece confirmar esa tendencia minimalista de la actual escritura teatral. Ese microgénero, abordado en el libro por más de veinte autores, condensa las austeras condiciones de trabajo en el ámbito teatral con las posibilidades que una célula teatral puede alcanzar en formatos mayores, en espectáculos de stand up o en audiciones. A la vez, representa un síntoma de la tendencia a la retracción apuntada por Szuchmacher. Pablo Zunino, crítico y autor de El doctor Lacan, indica que, en líneas generales, encuentra en el panorama de la edición una oferta interesante. "Destaco las ediciones del Instituto Nacional de Teatro, coordinadas por Carlos Pacheco. Hay mucho, bueno y distinto, desde manuales sobre el uso de la luz, un hermoso trabajo de Eli Sirlin, hasta textos más teóricos. Y acaba de salir un libro de conversaciones de Juan Carlos Gené, en diálogo con Olga Cosentino, que tuve el gusto de prologar. Creo que esa clase de historias y saberes prácticos abonan la formación. No me convencen los que abusan de la semiología, ya que una parte del oficio se aprende en el escenario." UN CANON DINÁMICO Para los autores jóvenes, muchos de ellos también directores y actores, la edición de sus obras por separado o en antologías del género puede significar una oportunidad para que sus textos puedan ser llevados a escena. Obras de Sebastián Kirszner formaron parte de dos libros compilados por el acreditado investigador y docente Ricardo Dubatti: OFF! Novísima dramaturgia argentina (Interzona) y Jóvenes. Novísima dramaturgia argentina (Ediciones del CCC). "Hay una heterogeneidad muy grande en cuanto a las poéticas de los autores jóvenes, y por suerte existe mucha gente interesada en averiguar qué hacemos. Me han contactado personas interesadas en mis obras que no habían tenido ocasión de verlas representadas pero sí de leerlas en distintas publicaciones", dice el director y actor nacido en 1985. Otros nombres de autores argentinos nacidos en la década de 1980 seleccionados por Dubatti son los de Sol Rodríguez Seoane, Sofía Guggiari y Andrés Gallina. Colihue Teatro es una de las colecciones más consecuentes en la publicación de textos teatrales y ensayos sobre teatro. Han publicado obras de Julio Chávez, Rafael Bruza, Susana Torres Molina, Jorge Goldenberg, Rafael Spregelburd e Ignacio Apolo, entre otros autores locales, además de ofrecer traducciones de obras de Bernard Marie-Koltès, Mark Ravenhill, Jon Fosse y Roland Schimmelpfenning. Fabián Narvaja, director editorial del sello, se refiere a la respuesta por parte de los lectores: "Obviamente el teatro es un género de menor venta, ya que existe esa idea de que el teatro es sólo para ser representado. Igual, nosotros somos una especie de referencia, por nuestra gran cantidad de títulos, que va desde nuevas traducciones de autores clásicos hasta ediciones de autores argentinos y extranjeros contemporáneos. También el teatro infantil de a poco se pide un poco más, ya que está incluido en los programas escolares. Uno de nuestros libros infantiles que mejor se vende es una obra de teatro: Abran cancha que aquí viene Don Quijote de la Mancha, de Adela Basch." Del plan editorial de Colihue, Narvaja anticipa Niños del limbo, de Andrea Garrote, y la edición ampliada de Escritos, de Mauricio Kartun. Desde hace años, Losada desarrolla una labor similar con la edición de clásicos teatrales, de Chéjov a García Lorca, de Strindberg a Ionesco, y autores contemporáneos como Harold Pinter, Sarah Kane y Steven Berkoff. El sello también publica autores locales, como Jorge Accame y Daniel Levy. Otro sello local, Corregidor, ha publicado las obras reunidas de Roberto Cossa, Carlos Gorostiza y Javier Daulte, entre otros autores. "Nuestro comienzo tuvo que ver con que había pocas editoriales dedicadas al teatro -dice Matías Luque, director del sello independiente Libretto-. Desde hace más de dos años y medio que editamos textos teatrales con la intención de abrir el campo y vincularlos con otras ramas artísticas." Libretto publicó títulos de autores clave del nuevo teatro argentino, como Mariana Obersztern, Marcos Perearnau o la Compañía de Funciones Patrióticas, que en sus textos combinan la agitación política, la comedia disparatada y el diálogo filosófico. "No sé si el público lector es escaso, pero sí muy específico. Lo intentamos suplir con la publicación de textos vinculando el teatro con otras esferas del arte y con la realización de una feria teatral en los primeros días de diciembre, donde vamos a invitar a editoriales de teatro a que traigan sus libros. Habrá charlas, debates y obras en vivo. Eso va ayudar a llegar a una mayor cantidad de lectores, conocer lo que pasa en el campo editorial teatral y poder ofrecer a un panorama de la dramaturgia contemporánea y problemáticas actuales." Para octubre, Libretto prepara un tríptico, Antología de problemas teatrales en la Argentina 2003-2013, con doce obras de doce autores (Vivi Tellas, el Grupo Krapp, Federico León, Fernando Rubio, entre otros) que abordan cuestiones como los modos de asociación en el teatro, las formas de reconocimiento y la circulación en el circuito artístico local.