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El castellano sí tiene quien lo lea y quien le escriba

Mas de 600 millones de hispanoparlantes nos lo aseguran. Los autores en lengua castellana quieren ser leídos y pueden tener mucho más lectores que algunos Premios Nobel reconocidos en el mundo entero. Hay cientos de posibilidades para publicar una novela, cuento o ensayo, etc, mucho menos las de tener éxito. Sin embargo lo primero es sentarse y sacar nalgas de acero cual Vargas Llosa y al final se pueden dar buenas y grandes sorpresas. Para muestra… lo siguiente.

Por Andreína Mujica

La palabra trasciende sus valores trivializados

Antes de ser “condesa” Doña Flor María Muñoz Bañales, Gambirasio d’Asseux (casada con el conde Gambirasio d’Asseux) había realizado una “florida” carrera diplomática en el Servicio Administrativo y Financiero de Embajadas Estadounidenses en diferentes países. De padre panameño y madre mexicana ha sido presidenta delegada de la Hermandad Nacional Monárquica de España en Francia. Logró crear enlaces entre el viejo y el nuevo continente y hasta llegó a trabajar en la Comisión Europea y en la CIFAD (Centro Interministerial de Formación Antidroga y lavado de dinero). ¡No es de extrañar que tenga la iniciativa y los contactos para crear en Francia el tercer encuentro hispanoamericano, un evento muy exitoso! Junto con ella estaba su amigo y colega JL Rodríguez Pittí un artista visual, gestor cultural, editor que vive en Canadá y no duda en viajar tres mil quinientas millas para compartir tanto su obra artística (que ha merecido premios en Panamá y España) como para imprimir una marca “Made in Panama” a su discurso. Sus diabluras en blanco y negro tienen un color agregado, el de su nostalgia. 

Preparados, listos y ¡arrancan los Encuentros!

En los primeros encuentros participaron la poeta argentina Luisa Futoransky, el narrador y traductor uruguayo Gabriel Saad (medalla del Senado francés 2017) y la escritora española, cineasta y novelista Eugenia Kléber. Con el poema e historia de vida de Carlos Ernesto Garcia de San Salvador tenemos para toda una tarde, busquen “No Tengo casa” y luego conversaremos.

Un guardia civil, Xavier Eguiguren, podría parecer un personaje de Woody Allen, es un caminante de 730.000 pasos en las piedras de Santiago de Compostela. Narra como una voz única, despiadado, se mete en el cuerpo y la mente de un guardia civil que lucha contra el ETA y comparte esa voz con otra, la de su psicoanalista. Juntos van desarrollando una historia que refleja los traumas de la violencia y del terrorismo.

Eguiguren se transforma en una bestia cuando lee sus propios textos, cambia la voz, su respiro en el micrófono, que uno siente en la nuca, puede producer terror y ansiedad. Al terminar da las gracias y saca unos libros de dibujos de su hija, de los cuales él es el autor. Escribirlo es fácil pero verlo es tremebundo, impactante.

La selección, inclusiva y democrática, incluye a una ex miss de Quito que autoeditó unos libros en los cuales habla de la integración en Suiza a través del paladar; a una fabulosa escritora de monólogos y telenovelas venezolanas que ahora profundiza con dolor y humor los pasos de sus abuelas; a una celebradísima escritora que ha ganado el Premio Anual de Literatura «Ricardo Miró» los años 1981, 1984, 1992, 2005, 2013… Decir que no es de los encuentros más divertidos e interesantes que se hacen en materia de literatura en Paris sería mentirnos.

El diplomático chileno, Justo Pastor Mellado, agregado cultural en Francia, nos regaló la mejor presentación de Marcelo Mellado, un escritor al cual hay que temer, ¡temer de no leerlo!

El cierre estuvo a cargo de Gustavo Dessal con su última novela El caso Anne. La historia y su personaje, el Doctor Palmer, una suerte de heterónimo absolutamente seductor, duele hasta el tuétano en las primeras páginas y atrapa como si Stephen King se deslizara entre la tinta, la pluma y el pensamiento de Dessal.

Disfruten de esta galería, como yo disfruté al descubrirla.

¿Ya leíste Notas de suicidio?: Marc Caellas y un ensayo sobre los últimos mensajes de artistas suicidas