Sobre este oficio, hay dos características fundamentales para aproximarse a su filmografía: el sarcasmo y la subversión, compuestos que se entreveran en los miles de pies de película que llegó a rodar en los escasos 14 años de su trayectoria.
Su personalidad está siempre presente en todo su cine. Pasolini fue un hombre de mucho carácter, acostumbrado al debate y a las posiciones de contracorriente, algo atribuible a su condición de homosexual y de gran pensador interesado en lo marginal y lo oculto. En ese sentido, su cine siempre es mordaz, incómodo pero igualmente poseedor de sensibilidad e inteligencia, elementos que provienen de su vena poética.
Nacido el 5 de marzo en 1922 en Bolonia, Pasolini fue un poeta precoz cuyas aptitudes fueron vistas tempranamente. A los 19 años publicó su primer poemario, Poesie a Casarsa y, en lo sucesivo, su biblografía se amplió conobras de distintos géneros con los que ganó reputación como escritor polémico. En 1954 debutó como argumentista, actividad que le permitió colaborar con varios directores importantes, como Federico Fellini, Mario Soldati y Mauro Bolognini.
Porno-Teo-Kolossal es el guion en prosa, dictado a una grabadora de una película en la que el realizador trabajó durante más de diez años pero que nunca pudo concretar. La superproducción teológica-pornográfica sería el corolario de su carrera antes de dedicarse en exclusivo a la escritura.
Partiendo de la historia de la Anunciación y los Reyes Magos, la historia se centra en Epifanio, un rey napolitano que emprende su camino seguido de un fiel servidor, Nunzio, en la búsqueda de la estrella que señala el lugar donde deberá rendir homenaje al Mesías recién nacido. Como un símbolo de esperanza, los caprichos del cometa lo conducirán por ciudades utópicas y salvajes, tan fantásticas como reconocibles. Sodoma, habitada en su mayoría por gays; Gomorra, donde gobierna la heterosexualidad; Numancia, reflejo de occidente; y por último Ur, que representa a Oriente.
Porno-Teo-Kolossal es la continuación de Saló o Los 120 días de Sodoma (1975) y el segundo episodio de la Trilogía de la Muerte. Películas que le sirven a Pasolini para construir una crítica hacia la sociedad de consumo y la decadencia cultural europea, en contraposición a la Trilogía de la vida (El Decamerón, Los cuentos de Canterbury y Las mil y una noches).
La edición de Interzona incluye El cine, la versión de esta historia escrita por Pasolini en 1973 que se publicó recién en 2006, junto con dos cartas que el autor les envió a Giulia Maria Crespi, la dueña del diario italiano Corriere della Sera, y al actor que había elegido para protagonizar el film, Eduardo De Filippo. El conjunto de los cuatro textos permite entrever no solo la maduración de una idea a través del tiempo y los procesos creativos, sino también el peso de una historia que combina, sin ambages y de manera original, la teología con lo pornográfico.