interZona

El colmo del escritor

LIBROS. ESCENAS ABSURDAS E IRRITANTES EN UNA LIBRERÍA

Por Gabo Baigorria

Se sabe que trabajar en venta o atención al público significa vivir al borde de la furia, del salvajismo, de lo incivilizado. Luis Mey es escritor pero también librero y, para sobrevivir a ese oficio casi siempre alienante, decide tomar notas sobre su día a día, y logra retratar algunas de las situaciones más absurdas e irritantes que podrían suceder en una librería.

Un ejercicio de tolerancia ante la impunidad con la que los clientes piden “Juan Rulfo” de Pedro Páramo, “Comen” en lugar de Viven, Las nenas abiertas de América Latina, el último libro deGael García Márquez o el Premio Nobel de Clarín. Un examen de paciencia antropológica con quien consulta si El retrato de Dorian Gray “es medio trolanga” o si “¿la poesía reunida de Calveyra es toda de él o reunió toda la poesía?”; o con los que él llama “necrófilos ilustrados”, clientes que sólo compran autores que acaban de morir.

Mey ama los libros pero no soporta a quienes los compran, y varias veces intenta resolver los problemas con sus clientes a puño cerrado y en la calle. Su estado de ánimo lo gobierna. Y el estado de sus hemorroides gobierna su ánimo. Todo está dicho. Aun así, su mirada potencialmente asesina sobre los clientes a veces también roza la ternura que provoca la ignorancia y posterior autoindulgencia de eso que tan vulgarmente llamamos “la gente”. Diario de un hombre cansado de sí mismo y de lo equivocado que está el mundo en el que vive, pero que antes de recurrir a la violencia, invoca el humor.El colmo del escritor

¿Ya leíste Notas de suicidio?: Marc Caellas y un ensayo sobre los últimos mensajes de artistas suicidas