La capacidad de desconcertar de un escritor es algo que valoro mucho como lector. Es más, cuando recomiendo un autor o una obra, suelo señalar como cualidad que me ha sorprendido y que no me ha permitido saber por dónde iba la trama en ningún momento de la lectura. Es algo que me agrada y si bien en algunas ocasiones acaba en decepción o esperpento, en otras, las sensaciones son muy positivas. Este es el caso de El escritor comido del argentino Sergio Bizzio (Ramallo, 1956), editado por Mansalva. Tenía muchas ganas de leer a este autor del que había leído múltiples elogios en los que solían destacar la originalidad de sus propuestas.
El escritor comido narra la vida de Mauro Saupol, un escritor de best sellers de autoayuda que aparentemente fallece en un accidente aéreo sobre la selva. Digo aparentemente porque sobrevive pese a ser dado por muerto. Con este punto de partida, Bizzio comienza una vertiginosa y sorprendente trama donde los giros continuos se convierten en la clave de la novela. Saupol pasa de superviviente a miembro de una tribu caníbal, para luego ser rescatado y volver a la civilización y así hasta un final sorprendente y muy literario. La literatura es un elemento clave de la novela, desde el propio protagonista, un escritor de éxito que vendría a ser un trasunto de Paulo Coelho, a comentarios sobre la literatura y el mundillo literario. También hay algunos ecos a clásicos de la literatura universal como El corazón de las tinieblas y Muerte en Venecia, de Conrad y Mann respectivamente. Bizzio usa el humor para narrar las desventuras del carismático Saupol a la par que regala al lector un festín de literatura donde lo impredecible es la norma y nada se puede anticipar.
La originalidad de la propuesta es un punto de partida para comprender la obra pero se puede profundizar más gracias los temas que plantea el autor. Con un estilo impecable aunque irremediablemente irónico, Bizzio aborda el tema de lo efímero de la vida y la fama. El estupor de Saupol al conocer las reacciones a su muerte sirve al autor para cuestionar la fama literaria y los éxitos de las ventas. En un juego muy literario, el autor plantea cómo se comporta el individuo ante su propia muerte. Además, la rocambolesca biografía de Saupol es en sí mismo un cuestionamiento de cualquier forma de narración, como lo es esta obra que es caprichosa y está llena de giros imposibles. La vida de Saupol es escrita y reescrita según las circunstancias, ya sea cuando muere o cuando resucita. Así mismo, no hay que olvidar el título de la novela que juega con una doble vertiente, la referida en sí misma a la historia que en el libro se cuenta y el propio vampirismo del autor a la hora de abordar diversos géneros y distintos homenajes y referencias en la obra.
El escritor comido es uno de esos libros que no dejan de sorprender, cuyo argumento siendo sencillo, no permite ser despachado en unas cuantas frases. Desarma al lector desde las primeras páginas siendo una novela de aventuras, drama, de enredos, etc. De género impredecible, mutante se podría decir, ya sea por su peculiar humor o por la trama, merece la pena su lectura. Bizzio no decepciona en absoluto.