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El escritor y periodista Guillermo Piro ganó el Premio de la Crítica en la Feria del Libro

El escritor y periodista argentino. Guillermo Piro Ganó el Premio de la Crítica que otorga anualmente la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires por su novela El náufrago sin islalanzado en 2023 por el sello independiente Interzona.

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El libro ganador, como cada año, fue elegido en una votación realizada por un grupo de periodistas y escritores designados por la Fundación El Libro. Según los organizadores del evento, se trata de una distinción que busca “el reconocimiento de un autor y su creación literaria”.

Como ocurre cada año, al final de la votación, en la que elDiarioARel ganador recibió la noticia a través de una llamada telefónica con todo el jurado presente. Al escuchar las palabras de Ezequiel Martínez, director de la Feria, Piro agradeció emocionado el premio, que tiene una dotación de $500,000 pesos..

“Un canto a la vida desde un lugar atroz. Una gran aventura que reúne a Robert Louis Stevenson con Joseph Conrad para celebrar la armonía dentro del horror”, afirmó el escritor. Luisa Valenzuela acerca de El náufrago sin isla, una historia de aventuras que se desarrolla en el siglo XVIII. El náufrago en cuestión es un hombre que queda a la deriva hasta encontrar un lugar que parece ser su salvación. Sin embargo, pronto descubre que se trata de una isla volcánica, que se vuelve irrespirable y imposible de salvar.

Según el autor en entrevista con la revista Noticias, La historia de la novela se le apareció mientras hacía trabajos de traducción..

 

“(Fue) Traducir un libro, el Atlas de micronaciones, de Graziano Graziani, donde se habla de una isla volcánica que surgió a unos 30 km de distancia. de la costa siciliana en 1831, y cómo en aquel momento, al pasar por allí un barco británico, la pequeña isla fue declarada propiedad de Gran Bretaña y adoptó el nombre de Isla Graham. Poco después plantaron una bandera los franceses, que la llamaron Isla Julia, y luego los españoles, que ni siquiera se molestaron en ponerle nombre. La cosa preocupó a Fernando II de Borbón, quien acertadamente la nombró Isla Fernandindea y envió a un vulcanólogo para realizar estudios. A su regreso tranquilizó a todos diciendo que estaba seguro de que así como la isla había emergido, pronto volvería a sumergirse. Lo que en realidad ocurrió: los sicilianos siempre supieron mucho más sobre volcanes que los franceses, los británicos y los españoles. Hoy se encuentra sumergido y es visitado por buzos. A partir de ahí recordé las historias de náufragos conocidas y me di cuenta de que faltaba esa historia: la del náufrago que encuentra una isla volcánica en medio del mar donde no puede desembarcar.”Dijo Piro.