Por Martín Chiavarino
La aparición de Kaspar Hauser en Nuremberg en 1828 generó un revuelo en las comunidades científicas, en los periódicos y en distintos círculos alrededor del viejo continente, donde se lo proclamó el huérfano de Europa. Desde los textos más antropológicos y descriptivos de sus tutores durante el Siglo XIX, las indagaciones psicológicas y la etología hasta la ficción de los escritores y cineastas alemanes Jacob Wasserman, Peter Handke y Werner Herzog, Kaspar Hauser ha sido tanto un misterio como una fuente de inspiración para repensar la cultura y la esencia humana, si es que ésta existe.
El eminente jurista alemán Paul Johann Anselm von Feuerbach, autor del código penal de Bavaria de 1813 y modernizador de las leyes del país, acogió a Kaspar bajo su tutela a poco de enterarse de la noticia de la aparición del joven en Nuremberg y publicó en 1832 el texto que reedita Interzona, considerado el más documentado, mejor escrito y el más verídico y respetuoso del personaje encerrado durante su niñez.
El autor narra en clave de biografía la aparición de Kaspar Hauser y su vida a partir de su descubrimiento del mundo. De a poco el joven demuestra una sensibilidad exacerbada que a medida que se va insertando en la conservadora sociedad, va perdiendo al igual que su avidez por aprender y su asombro ante la naturaleza. La agudeza e intensidad de todos sus sentidos da lugar a la asimilación social, a la pérdida de todo lo que lo caracterizaba como un ser extraordinario y Paul Johann Anselm von Feuerbach narra con gran detalle y pesar este penoso proceso de decaimiento. El relato también se centra en el primer intento de asesinato, un misterio tan grande como su aparición y su pasado, objeto de grandes y desveladas conjeturas que hasta le asignaban un origen noble al joven.
Exhaustivo y descriptivo, el autor de Kaspar Hauser: Ejemplo de un Crimen contra la Vida Interior del Hombre intenta comprender y ayudar al joven para descubrir precisamente su vida interior, su forma de comprender los estímulos y los conceptos, su habilidad para dibujar, su amor por los caballos, las posibilidades que le presentan en la sociedad que lo acogió y las imposibilidades que lo aquejan en su descubrimiento del mundo. De esta forma, el lector puede indagar a través del texto en la idiosincrasia y la cultura de la sociedad bávara, una comunidad católica del Siglo XIX conservadora y tradicionalista, donde germinarían años más tarde ideas extremistas y genocidas que arrasarían con la sensatez del continente europeo.
Esta edición de Interzona en tapa dura con relieve contiene varios documentos de la época en su apéndice y fue traducida meticulosamente del alemán por el escritor argentino Ariel Magnus y cuenta con un epílogo del poeta español Julio Monteverde, donde el escritor señala la singularidad del caso del joven, la negligencia de algunos de sus tutores y la falta de visión de todos ellos para aprender sobre la fascinada mirada del mundo de Kaspar, que lo recibió confundido y exultante de ansias de sujetarlo a la civilización decimonónica. Magnus también realiza una breve introducción a la edición y la completa con extensas notas de los diferentes tutores que Kaspar Hauser tuvo desde su curiosa aparición tan sólo portando una nota. El libro de Paul Johann Anselm von Feuerbach es una gran oportunidad para adentrarse en el mito que inspiró la obra de teatro de Handke, el maravilloso film de 1974 de Werner Herzog y la romántica novela del influyente y respetado escritor Jacob Wasermann.