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El psiquiatra y psicólogo Carlos Chernov publica una novela sobre los amores tardíos

El autor de "Amores brutales" y "Anatomía humana" narra, a partir de distintas voces, la relación de dos personas adultas que derrumba todas las barreras Por Carlos Aletto

En la nueva novela de Carlos Chernov, Amor se fue, el autor del libro de cuentos Amores brutales y de la novela Anatomía humana narra la historia de Alberto, quien hasta los cincuenta años viene escapándose del amor, pero inevitablemente su encuentro con Ana derrumbará todas las barreras y los expondrá a ambos al riesgo de ese sentimiento, a la pérdida, al final inexorable.

En la novela publicada por Interzona, Chernov (Buenos Aires, 1953) quien además de escritor es médico psiquiatra y psicoanalista, narra la historia de este cincuentón que vive evitando ese encuentro azaroso que podría cambiar su vida para siempre.

Chernov, quien comenzó a escribir poesía durante su adolescencia y continuó haciéndolo mientras cursaba la carrera de Medicina –aún permanece inédito su único libro de poemas Movimientos en el agua–, usa como título un verso de Macedonio Fernández del poema que aparece como epígrafe en el libro:

"Amor se fue; mientras duró de todo hizo placer. Cuando se fue nada dejó que no doliera".

En esta novela, el protagonista aparece como los mejores personajes del escritor Georges Bataille, un exquisito en narrar la tensión entre Eros y Tánatos, pero en el caso de esta novela el humor (así como la morfina calma el dolor de Ana en la novela) hace que la cuerda de esa armonía libere a los lectores de la presión angustiante de los personajes. Aunque "Alberto no puede dejar de pensar que parece un cortejo fúnebre", dice uno de los narradores.

Narrado desde distintas voces, aparece en el transcurso de los 55 capítulos el amor de dos personas adultas que hubiesen deseado conocerse desde más jóvenes. Durante la novela, como en la vida, el deseo se corre constantemente de lugar, porque no se puede desear lo que se tiene. Y es la inminencia de las caras de la muerte la que desplazará constantemente el lugar del deseo: la proximidad de la muerte instala la falta para generar la necesidad del otro.

Chernov inició su carrera como autor de ficción a la edad de 40 años y se consagró en 1994 cuando obtuvo el Premio Planeta por la novela Anatomía humana. Ha publicado además La conspiración china, La pasión de María, los cuentos de Amor propio y El amante imperfecto, entre otras ficciones. Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, italiano y húngaro, y figuran en numerosas antologías.

Lo que impulsó la escritura de Amor se fue, originalmente, fue una idea, cuenta el autor: "La de alguien que no conoció el amor y se condujo hasta ese momento bastante avanzado de su vida con cierto cinismo, cierta extrañeza, en parte alejado de sus afectos". Alberto solía quedarse asombrado cuando alguien sufría por amor. Hasta que de pronto le pasa a él, conoce a Ana, un amor que arrasa, que cambia su vida, porque no tiene nada que ver con sus conquistas ocasionales.

–¿Y qué le pasa, entonces, a Alberto, el personaje?

–Desde joven Alberto ha eludido enamorarse. Prefiere perderse la felicidad con tal de evitar el sufrimiento. No termina de entender cómo alguien por enamorarse puede cambiar totalmente el rumbo de su vida, perder el control. Él no está pensando en los amores burocráticos, en los cariños que se prolongan para no enfrentar la soledad o por presión social o mera costumbre.

Tampoco en los volátiles enamoramientos adolescentes. El modelo que tiene en mente, y del que escapa, es el del amor que une firmemente a dos personas, el amor que arrasa con el orden previo de los que participan de él y que los sujeta con un lazo más poderoso que ellos mismos. Cuando se enamora de esa manera se da cuenta de que el bienestar de su amada es lo que más le importa.

–El amor inaugura algo nuevo para él...

–Sobre todo una capacidad que no conoce de sí mismo, algo que ya no esperaba de sí a esta altura de su vida.

–¿Cómo trabajaste esa evolución del personaje?

–El personaje masculino no es muy consciente de lo que le pasa, de golpe cae en el hechizo del amor. No en un sentido maligno como en el amor brujo, sino remitiendo a la idea de Virgilio: todo lo vence el amor.

Yo creo que es así, y eso es lo que nos permite seguir vivos. Siempre me acuerdo de una escena de Crímenes y pecados, de Woody Allen, donde el protagonista entrevista a un viejo profesor. En el video el profesor dice que el universo es un lugar muy duro, muy frío y que cuando uno nace lo tienen que convencer para que se quede en él y que el instrumento para convencerlo es el amor.

Si no lo reciben con una dosis suficiente de amor, se deja morir. El fenómeno existe, se llama marasmo y les sucede a los bebés que no son cuidados por alguien que cumpla el papel de madre. Bienvenido ese hechizo, porque si no, no habría vida.

–¿Y qué lo hechiza?

–El amor siempre se asocia con los ideales. Ya sea que hablemos de éxito, poder, dinero, belleza, el amor se anuda a lo que brilla. Incluso la definición de "belleza" del diccionario dice: "Belleza: propiedad de las cosas que nos hace amarlas". Y cuánto nos atrae la belleza es un hecho que uno puede verificar a cada momento sólo con andar por la calle.

Incluso la belleza y el amor forman una especie de bucle recursivo: la amo porque me parece bella/ me parece bella porque la amo. Esto también es fácil de comprobar: vemos a las personas amadas más bellas de lo que son. El ejemplo más claro son nuestros hijos, a uno le parecen más bellos y mejores que los del vecino simplemente porque los amamos, vemos las cualidades y omitimos los defectos.

¿El amor es ciego?

–¿De ahí la idea de que el amor es ciego?

–"El amor es ciego" significa que no criticamos a nuestros amores. Al amar nos volvemos ciegos a los defectos, dejamos de verlos o quizá los vemos y no nos importan, los aceptamos.

Volviendo a la pregunta de qué lo hechiza, creo que la novela intenta mostrar un amor que sorprende al personaje, como si lo tomara desprevenido y que además no se anuda a los ideales, no sigue los patrones establecidos, los motivos supuestamente lógicos que nos llevan a amar.

Parto de la pregunta: ¿es posible decir que amamos a alguien si siempre lo amamos por algo? Cómo podría ser un amor que no dependiera de la fascinación que ejercen los ideales que, en algún sentido, son siempre materiales. Acaso el verdadero amor sea el que no está capturado por los brillos de la fama o el oro; quizá el verdadero amor sea pobre.

–¿Y cómo lo vive la pareja?

–Ana, la protagonista femenina, no entiende bien lo que le pasa a Alberto. Al principio se asusta de los arrebatos amorosos del hombre, después se da cuenta de que no hay peligro y se entrega al amor.

–El personaje sufrirá una pérdida, pero tendrá su compensación: conocerá esa fuerza tan poderosa, que lo motiva a seguir vivo...

–Terminará siendo una persona más completa, una persona que no se perdió una de las experiencias más importantes de la vida. Quien no haya tenido un amor poderoso que lo saque de su comodidad, no puede decir que vivió realmente.

Las mujeres en general aceptan el amor con más naturalidad, los hombres muchas veces le escapan. Pareciera que prefieren casarse con el alcohol, el juego y otras adicciones, o ser hinchas de un equipo de fútbol o de un partido político, abrazar cualquier causa con tal de no casarse. Y todo eso tiene más que ver con la masturbación que con el amor.

–¿Son tiempos de temor al compromiso?

–Puede ser, pero este personaje se embarca por completo, al punto de que queda al borde del suicidio, tentado de acabar con su vida por lo que sufre. No vamos a spoilear qué cosas llegará a atravesar. Lo que está claro es que el amor lo transforma, le hace perder el timón, hace que pierda su centro. Puede pasar, y está bien que pase, de eso también se trata vivir.

–¿Definirías a Amor se fue como una novela realista?

–Sí. Hace muchos años un paciente me dijo que no quería leer nada que no pudiera ocurrir en la realidad, me dejó pensando. Sin dudas, esta historia podría ocurrir. Muchas otras de mis novelas son fantasiosas o distópicas. Aquí, el verosímil está más claro, y en ese sentido el lector siente en relación con esta historia una mayor intimidad y posibilidad de identificarse.

–¿Contiene elementos autobiográficos esta novela?

–Es autobiográfica sobre todo en lo ambiental y tiene pinceladas de mi vida, pero no es estrictamente autobiográfica. La historia transcurre en Mar de las Pampas, en un paisaje cercano al mar y cómo viven en ese lugar, esas son cosas que conozco de primera mano. Es curioso, cuando hay elementos de la propia vida, como autor te sentís más seguro, porque nadie puede contradecirte. Pero en verdad los personajes están construidos como rompecabezas, con rasgos y anécdotas de muchas personas que uno ha conocido.

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