Plantea la novela como una especie de narrador oculto, jugando a las escondidas durante todo el relato, logrando de esta manera destacar un vínculo muy personal con el personaje “la profesora”, reduciendo su nombre a la incógnita:
“En esa época a la profesora no se le ocurría pensar que el efecto del éxtasis no era real.”
Aborda sin temores el tema de la movida electrónica, su ambiente y sus elementos: “La gente saltaba cuando el Dj tocaba sonidos flasheros y entonces respirabas profundo y era la pasti que te estaba subiendo” Se revela como todo un conocedor del ámbito juvenil, de la movida y de la noche.
Manuel Puig y Juan Forn son algunos de los autores con los que se le ha comparado, otros, como Washington Cucurto, lo describen como: “un lector feroz y un salvaje con oído afinado a los gestos y las tradiciones de cierta clase social en boga”