El escritor inglés John Berger, fallecido en enero de 2017, siempre fue un militante comprometido con las causas sociales. Destacado crítico de arte marxista y realista, pintor y profesor de dibujo, Berger comenzó su carrera de escritor publicando artículos periodísticos para Tribune, periódico de izquierda fundado en 1937 por algunos miembros de ideas socialistas del Partido Laborista, en la sección literaria dirigida nada más ni nada menos que por George Orwell, para pasar unos años después a la revista de política y cultura inglesa New Statesman como crítico de arte, antes de tomar la decisión de abocarse a la literatura como una declaración de compromiso político ante la Guerra Fría, coyuntura surgida de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial.
Su período más prolífico y su fama comenzó con la novela G (1972), que le proporcionó el prestigioso premio Booker, y con su Trilogía de las Labores, Puerca Tierra (Pig Earth, 1979), Una Vez en Europa(Once in Europa, 1987) y Lila y Flag (Lilac and Flag, 1990), pero sus inicios en la literatura estuvieron cargados de un sabor agridulce tras la censura en su país de su primera novela, Un Pintor de Nuestro Tiempo (A Painter of Our Time, 1958), por su contenido político y su estilo realista.
El Pie de Clive (The Foot of Clive, 1962), su segunda novela, indaga en la socialización que se produce en un hospital público inglés entre extraños principios de la década del sesenta intercalando la perspectiva de los pacientes y del propio hospital, que observa atentamente a sus ocupantes para examinar sus vidas y las causas que los llevaron hasta la institución. Con oraciones cortas, certeras y circunspectas, Berger describe con una complejidad no exenta de simbolismos los acontecimientos que acontecen en el hospital para encontrar las características que definen su rol de institución social. Historias sobre la alienación, accidentes, traumas y heridas que anidan en el entramado social son algunas de las cuestiones que Berger aborda para definir e indagar en el rol de la salud pública. Un obrero, un publicista, un comerciante, un joven, un lumpen y un italiano que no habla inglés conviven y construyen, y reconstruyen y redefinen, sus identidades y roles alrededor de su nueva condición de pacientes de un hospital público en vívidas y filosas imágenes que se trastocan con la llegada de un hombre acusado de matar a un policía que debe ser operado para salvar su vida y ser juzgado por el crimen.
Secretos que se abren camino por los pasillos, cuestionamientos y reflexiones sobre las costumbres inglesas, indagaciones sobre el crimen como suceso social, la condición de convaleciente como sujeto colectivo, el carácter momentáneo de la identidad del paciente, su permanente estado de vulnerabilidad, y las confesiones, peleas y discusiones en los perpetuos tiempos muertos son algunas de las tramas que el hospital observa impasible en un estilo realista lacerante que Berger transita con maestría en una novela donde el equilibrio siempre está en su límite.
Con un estilo despojado y descarnado, John Berger indagó en El Pie de Clive en el hospital público como espacio por antonomasia de las políticas de salud pública y de socialización de todas las clases sociales, lugar donde éstas se disuelven en la condición de enfermo. En esta novela Berger encaró el núcleo de los problemas de la sociedad inglesa a partir de la dialéctica entre el inconformismo revolucionario y el simulacro conservador, dos caras de las transformaciones de posguerra que se gestaban al calor de nuevas expectativas y cambios rotundos en las formas de vivir, habitar y convivir que engendrarían nuevas formas de socialización en la década del sesenta. Esta novela de Berger, que anticipa algunas de las cuestiones estilísticas de forma y contenido que catapultaron a la fama al autor de Hacia la Boda (To the Wedding, 1995), fue editada en español por Interzona con una excelente traducción de Marcos Mayer y la corrección de Solange Victory, utilizando como imagen de tapa la icónica foto Silencio Hospitalario de Juan Craichik, de 1953.