interZona

Huellas de una inteligencia perspicaz

Junto a una fiebre editorial de orientación ecologista se destaca la reedición del centenario La inteligencia de las flores, una de las obras puntales del poeta belga Maurice Maeterlinck. _ _ _ por GUSTAVO ÁLVAREZ NÚÑEZ


Si hacemos un poco de memoria, pandemia de por medio, el término naturaleza cobró también un nuevo significado entre las huestes literarias vernáculas. Más que nada porque un pequeño pero importante arco de voces indagaron en formato de ficción y aledaños (literatura del yo, memorias) en modos de vivir fuera de la ciudad. “Entre humo y soledad, nada más que respirar. Nunca más, nunca más”, decía la canción de Manal.
Desde las galardonadas Los llanos de Federico Falco (Finalista del 38º Premio Herralde de Novela y ganadora de la segunda edición del Premio Medifé-Filba en 2021) y El tercer paraíso de Cristian Alarcón (Premio Alfaguara 2022) hasta la cautivante y poética Botánica sentimental (Random House, 2022) de la mendocina Mercedes Araujo. Claro, que con el antecedente de dos grandes poetas como Diana Bellesi y Irene Gruss en el espejo retrovisor.
“Hace cinco décadas, se demostró que el crecimiento poblacional e industrial estaban empujando a la humanidad hacia el precipicio. Hoy estamos en el borde: la Tierra ha perdido biodiversidad y ha aumentado la contaminación y la temperatura global, mientras que la desigualdad generalizada provoca profundas inestabilidades en las sociedades. Parece que no hay salida”, nos alerta un informe para el Club de Roma en el reciente La Tierra para todos (Fondo de Cultura Económica), con traducción de María Julia De Ruschi.
Pero esta advertencia está en el radar de una serie de editoriales que viene haciendo fuerza y entregando con prestancia distintos títulos que indagan en cuestiones más filosóficas. Desde El cultivo de los gestos (Cactus, 2019) del francés André Haudricourt a Un ensayo sobre la flora (Godot, 2024) del colombiano Efrén Giraldo, por ejemplo. Mientras que el sello Interzona se aboca también en una parte de su catálogo a revisitar como ponderar la actualidad y vigencia de esta prédica. Donde la naturaleza es indagada desde diferentes ángulos aunque con una herencia indeleble: somos lo que somos por ella y con ella.
Uno de los últimos lanzamientos, Libro de las moscas, es un paseo jocoso y temerario por la aparición y protagonismo de estos insectos caprichosos a lo largo de la historia en poemas, prosas breves y canciones. Arranca con el mítico Poema de Gilgamesh y revolotea hasta nuestros días. La compilación está a cargo del mexicano Aurelio Asiain, ensayista especializado en la cultura de Japón.
Sin embargo, en ese montículo se destaca la reedición a más de cien años de su publicación (1907) de La inteligencia de las flores, una de las obras puntales del poeta belga Maurice Maeterlinck (1862-1949), traducida por Juan Bautista Enseñat, originalmente titulada La vida y las flores. Porque más que un manual de botánica, el texto explora lo poético que subyace en la observación de la mecánica floral. Aunque con un plus: la sabiduría y la ingeniosidad que implica la tarea y la existencia de ellas. Según Maeterlinck, lejos están de considerarlas insensibles e inanimadas.

Si hacemos un poco de memoria, pandemia de por medio, el término naturaleza cobró también un nuevo significado entre las huestes literarias vernáculas. Más que nada porque un pequeño pero importante arco de voces indagaron en formato de ficción y aledaños (literatura del yo, memorias) en modos de vivir fuera de la ciudad. “Entre humo y soledad, nada más que respirar. Nunca más, nunca más”, decía la canción de Manal.
Desde las galardonadas Los llanos de Federico Falco (Finalista del 38º Premio Herralde de Novela y ganadora de la segunda edición del Premio Medifé-Filba en 2021) y El tercer paraíso de Cristian Alarcón (Premio Alfaguara 2022) hasta la cautivante y poética Botánica sentimental (Random House, 2022) de la mendocina Mercedes Araujo. Claro, que con el antecedente de dos grandes poetas como Diana Bellesi y Irene Gruss en el espejo retrovisor.
“Hace cinco décadas, se demostró que el crecimiento poblacional e industrial estaban empujando a la humanidad hacia el precipicio. Hoy estamos en el borde: la Tierra ha perdido biodiversidad y ha aumentado la contaminación y la temperatura global, mientras que la desigualdad generalizada provoca profundas inestabilidades en las sociedades. Parece que no hay salida”, nos alerta un informe para el Club de Roma en el reciente La Tierra para todos (Fondo de Cultura Económica), con traducción de María Julia De Ruschi.
Pero esta advertencia está en el radar de una serie de editoriales que viene haciendo fuerza y entregando con prestancia distintos títulos que indagan en cuestiones más filosóficas. Desde El cultivo de los gestos (Cactus, 2019) del francés André Haudricourt a Un ensayo sobre la flora (Godot, 2024) del colombiano Efrén Giraldo, por ejemplo. Mientras que el sello Interzona se aboca también en una parte de su catálogo a revisitar como ponderar la actualidad y vigencia de esta prédica. Donde la naturaleza es indagada desde diferentes ángulos aunque con una herencia indeleble: somos lo que somos por ella y con ella.
Uno de los últimos lanzamientos, Libro de las moscas, es un paseo jocoso y temerario por la aparición y protagonismo de estos insectos caprichosos a lo largo de la historia en poemas, prosas breves y canciones. Arranca con el mítico Poema de Gilgamesh y revolotea hasta nuestros días. La compilación está a cargo del mexicano Aurelio Asiain, ensayista especializado en la cultura de Japón.
Sin embargo, en ese montículo se destaca la reedición a más de cien años de su publicación (1907) de La inteligencia de las flores, una de las obras puntales del poeta belga Maurice Maeterlinck (1862-1949), traducida por Juan Bautista Enseñat, originalmente titulada La vida y las flores. Porque más que un manual de botánica, el texto explora lo poético que subyace en la observación de la mecánica floral. Aunque con un plus: la sabiduría y la ingeniosidad que implica la tarea y la existencia de ellas. Según Maeterlinck, lejos están de considerarlas insensibles e inanimadas.
 

Ganador al mejor libro argentino de creación literaria: "El náufrago sin isla" de Guillermo Piro es la obra ganadora del Premio de la Crítica de la Fundación El Libro 2024