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Los integrantes del taller se hacen presentes

Testimonios de: Susana Torres Molina, Lucía Laragione, Adriana Tursi, Víctor Winer, Gilda Bona

Susana Torres Molina:

“Compartir durante casi veinte años el intercambio de procesos dramáticos con el Grupo de los Jueves, ha sido, para mi enriquecimiento personal y autoral, un antes y un después. Y la presencia, siempre generosa, de Susy Gutiérrez Posse, supo sumar a la gestalt creativa la delicadeza de su mirada, una poética impregnada de múltiples y sutiles tonalidades, y al mismo tiempo de un intenso espesor dramático. Su hondo conocimiento de las complejidades humanas da fruto a una producción de personajes insólitos, imprevisibles, tanto como los universos que para ellos han sido creados. Me da una gran alegría saber que, gracias a la publicación de sus textos, muchos más amantes del teatro y de la literatura dramática tendrán la oportunidad de conocerlos y disfrutar de ellos.”

 

Lucía Laragione:

“Durante muchos años, compartí junto a Susana Gutiérrez Posse –Susy, para los amigos–  y otros entrañables compañeros, un grupo de trabajo dramatúrgico que se formó avanzados los noventa y que llevó a cabo una serie de proyectos colectivos e individuales. Entusiasmo, mirada atenta y generosa, creatividad, nos permitieron concretar la escritura, puesta en escena y publicación de cuatro antologías de obras breves: dos de ellas con autores españoles y las otras dos con colegas españoles y mexicanos. Además, claro, de ir gestando nuestros propios proyectos personales. A Susana Gutiérrez Posse la había conocido en el taller de Mauricio Kartun. Ella ya había escrito Brilla por ausencia, una obra que construye con auténtica poesía y delicioso humor un universo de mujeres solas que enamoraría a Juan Carlos Gené y lo impulsaría a llevarla a escena en el San Martín, dirigida por Omar Grasso. Luego vendrían otras obras escritas por ella –algunas de las que se publican aquí– y cuyo proceso creativo compartimos en el grupo de trabajo. Ironía, un humor fino y a veces disparatado, y una escritura que borda los temas femeninos con infinita delicadeza, son algunos de los atributos de su dramaturgia. Hoy, Susana Gutiérrez Posse reúne parte de su producción en este libro. Lo celebro, lo celebramos y aquí estoy, aquí estamos dando testimonio y compartiendo su alegría.”

  

Adriana Tursi:

“Recibo una invitación de Susana a escribir unas palabras, como compañera de grupo, en este libro. No soy antigua en el grupo, soy más bien una de las nuevas. Pero sí tengo una larga historia compartida con Susy. He visto todos sus estrenos y he leído casi todas sus obras. Soy fanática admiradora de varias de ellas. Mi admiración nace de la siguiente observación. La dramaturgia de Susana Gutiérrez Posse es fiel a sus personajes y al destino que ellos le marcan. Prueba de esto que señalo es el trabajo que realiza en la obra La vida, Rosaura. En esta obra el personaje de Raymundo planifica obsesivamente frente a su pareja, Rosaura, un promisorio futuro. A poco de comenzar a llevar adelante esta acción, en la página seis, cuando luego de haber perdido Raymundo sus cabellos y sus dientes, pierde también sus piernas, el dramaturgo se hubiera detenido a sospechar de dicho personaje y mínimamente a dudar respecto de si seguir o no el destino que el personaje de Raymundo le estaba indicando. Fiel al impulso de ese personaje, la autora redobla la apuesta, continúa adelante con esa acción, la profundiza, la lleva allí mismo donde el personaje se lo indica y el resultado es el de una obra extraordinaria. Lo es por la frescura, el grado de verdad con el que trabaja sobre sus personajes, y porque nos permite observar a través de su escritura su propio proceso creativo, su capacidad para ahondar en el verosímil y hacernos parte de esa construcción intensificando el conflicto. Tomo esta obra, porque creo que es una muestra de la capacidad y la frescura que acompaña su escritura. Lo mismo sucede con Una línea azul plateada en el río, Brilla por ausencia o las otras piezas que integran este volumen. Todas las obras de Susana han tenido una muy buena recepción. Con la llegada de este volumen es de esperar que las voces de sus personajes se multipliquen y que tengamos a muchos actores y actrices encarnando a Rosaura, Raymundo, Pepu, Abuela Luisa, Lagarta, Lapin y otros tantos. Como compañera de taller me queda, afortunadamente, la posibilidad de seguir disfrutando de su humor, su fina observación, su frescura y el nacimiento de sus nuevos textos.”

 

Víctor Winer:

“Hace ya veinte años que Daniel Marcove nos convocó a un grupo de dramaturgos/as para escribir algún texto que sirviera de trabajo de fin de año a los egresados del IUNA. El espectáculo se llamó Fuego que enciende fuego. Recuerdo la felicidad de aquella experiencia que luego se tradujo en una edición que ahora se hace difícil de conseguir. Los dramaturgos/as quedamos tan satisfechos de aquel intento que decidimos continuar reuniéndonos alrededor de algún texto a trabajar. No imaginábamos que vendrían tantos nuevos proyectos, libros editados, viajes compartidos. Aquel “fuego que enciende fuego” sostuvo la llama hasta el  día de hoy, cuando me toca escribir algunas líneas acompañando este necesario libro de mi compañera Susana Gutiérrez Posse que reúne algunas de sus mejores obras. Celebro que los lectores puedan compartir estos textos que brillan por su presencia. Tomo una de sus obras,  Largo invierno. Dos personajes cuya propia voz interior resalta la incomunicación y el desamor. Pensamientos y soliloquios que solo denotan ausencia de compromiso en una relación y ante la propia vida. Ella: ‘Se cree gracioso, inteligente y listo. En casa, mudo. No sabe qué siente. Carece de impresiones. Hoy pensé en decirle todo. Mirá, aquí están tus pantuflas, tu ropa interior, tu lapicera, hasta tus besos cariñosos sobre mi mejilla. Aquí está todo menos nosotros’. Él: ‘Vivo con ella para que me moleste. Abre la puerta, entra y perturba el ambiente. Vivo con una desconocida. Entra y la desconocida entra con ella. Y me aterroriza’. Susana Gutiérrez Posse dirige su aguda mirada a aquellos momentos en los que la relación de una pareja está teñida por la insatisfacción. Donde la rutina empuja hacia una soledad sin retorno.”

 

Gilda Bona:

“Un jueves de hace dos años Susana Torres Molina me invitó a acompañarla al grupo de dramaturgas y dramaturgos con el que se reúne desde hace mucho. Me dijo que además de compartir materiales en proceso de escritura, había muy buena charla, comida y bebida. Cómo no aceptar. A algunos de los integrantes los conocía personalmente, y a los demás por sus nombres y sus obras. La anfitriona de aquel primer encuentro, y por lo general de todos los que siguieron, fue, es Susana (Susy) Gutiérrez Posse. Anfitriona cordialísima. Desde aquella primera vez hasta la última que fue no hace muchos días atrás no ha habido encuentro en el que yo no haya salido con una lista de espectáculos para tener en cuenta y otra de libros para leer en algún momento. Además de bien comida y bebida (chispeante), por supuesto. En algún momento de la tarde-noche quien haya traído material para compartir lee y entonces vienen las devoluciones y reflexiones sobre lo leído. Y siempre en algún otro momento de la reunión Susy nos regala alguna de sus muchas anécdotas. Allí  me reubico en mi asiento, preparándome para disfrutar del espectáculo. Y es que Susy nos regala sus anécdotas con un talento innato para la narración oral a la que acompaña con un histrionismo que le brota sin esfuerzo, con el dominio y la naturalidad de quien lleva un don puesto desde siempre. Le agradezco encantada esa escena que disfruto a pura risa, espanto, asombro, tristeza y tanto más, dependiendo del tema que haya decidido compartir con nosotros esa noche.  A sus talentos de escritora entonces  le sumo estos otros, dignos de conocer.”

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