Mariano Buscaglia es un caso fuera de serie. Desde pequeño, confió en que la imaginación podría depararle admirables prodigios. Ya siendo adolescente se crió en el taller de su abuelo, el historietista Alberto Breccia, para muchos, uno de los iconos de la historieta mundial por antonomasia. Fue él, en gran medida, quien lo orientó y lo llevó a descubrir los mundos extraordinarios de autores imprescindibles y, desde entonces, se ha forjado un camino que merece ser recorrido.
Guionista, dibujante y autor de numerosos cuentos que ha publicado bajo diferentes seudónimos, se ha lanzado ahora a escribir novelas híbridas con resultados inesperados. Su obra “Trasnoche vudú” (Interzona), además de estar bien escrita, constituye una historia todo terreno. Una maquinaria narrativa imparable que se reinventa a medida que las páginas se suceden, con el fin de lo imposible: atrapar la acción en su estado puro.
Como si esto fuera poco, Buscaglia acaba de fundar una editorial de culto, Ediciones Ignotas, sello que se encarga de exhumar joyas de la literatura argentina de los siglos XIX y XX, con el fin de recuperar y volver a poner en circulación obras de autores injustamente desdeñados. Vicente Rossi, Enrique E. Rivarola, Pedro Angelici; una ambiciosa operación que deriva en una reelaboración de la tradición de la literatura fantástica.
- ¿Por qué publicás bajo seudónimos?... “Trasnoche vudú” está firmada bajo el nombre ficticio de Joe Rough...
- Creo que la identidad es un engorro para la creatividad, suele mezclarse el ego y termina empañando lo que uno quiere concebir. Utilizando un seudónimo, o un heterónimo, se consigue establecer cierta distancia y además ser más crítico con lo que se escribe; porque, después de todo, eso que escribimos deja de ser de nuestra autoría.
Además, jugué un poco con esa idea del autor sumiso a los caprichos editoriales de años pasados, donde los nombres castizos debían camuflarse con sonoridades anglosajonas.
-También está ‘Pepe Sánchez’, que tradujo la novela a un castellano castizo. ¿A qué se debe esa decisión?
-En realidad la novela surgió como una necesidad de desarrollar el título, “Trasnoche vudú”. También, por aquel tiempo me había descargado de internet cantidad de películas dobladas al español. Pensé que para resistir ese embate de españoladas era necesario hacer algo medianamente creativo, por lo que fui tomando notas de las palabras, o giros, y luego las utilicé en la novelita.
-¿Pensás que tu novela responde esencialmente a las características de la literatura pulp?
-Más bien es una consecuencia de la cultura pop y de sus variantes, está el pulp, pero también está el cine y la reescritura pulp de los setenta y ochenta en manos de Farmer, de Brautigan o de Joe Lansdale.
-¿Cómo definirías al género pulp?
-Para mí es un poco más comedido, más sugerente, con mucho mensaje políticamente incorrecto, mucho sexo implícito y mucho texto subliminal. No creo haber logrado demasiado de eso.
-¿Siempre fuiste lector del género?
-Sí, gracias a mi abuelo; que era un lector empedernido de estas literaturas. Fui un fan temprano de Burroughs, de Norvell W. Page, de las novelitas de Doc Savage y de los relatos ‘weird menace’ que salían en las viejas “Narraciones Terroríficas” que editaba Molino. David Goodis, como Fredric Brown, son la clase de escritores que dominaron el género y, a fuerza de talento, lo trascendieron; abriéndoles las puertas a muchos grandes autores que luego los imitaron.
- ¿Es posible ser un verdadero fan de pulp fiction viviendo en las lejanas latitudes sudamericanas?
- Se puede ser fan del género desde cualquier punto del mapa. La geografía pulp siempre se caracterizó por ser exótica.
- ¿Existe hoy, en la Argentina, un mercado de literatura pulp?
- No sé si existe ese mercado, creo que no, aunque hay cierta avidez por los géneros marginales. Hay una tendencia snob que mama de la literatura de Aira, poco que ver con el género; y otra que mama del cine tarantinesco. Son escasos los lectores pulp en estado puro.
- La novela está protagonizada por un personaje fuera de serie y con un pasado duro: ¿cómo fuiste construyéndolo?
- Es prácticamente un cliché de esos detectives que van a contracorriente de todo. Como el detective de “Dreaming of Babylon” de Richard Brautigan o Donald Lam, de la saga de novelas de A. A. Fair.
- Otro elemento suculento, es la dosis picante y pícara con que abordás en algunas zonas del libro. Presentás elementos eróticos que acompañan el argumento de la obra, pero los combinás con la violencia. Es decir que a las mujeres las presentás aquí como femme fatale, sí, aunque por momentos están involucradas en escenas de tortura y BDSM...
- También forma parte de un cliché que proviene de las novelitas al estilo ‘spicy mysteries’ o de esas mujeres fatales, a lo Verónica Blake que, como bien decís, abundaban en los film noir de los ‘40 o ‘50. En la novela se blanquea un poco lo que uno siempre quiso ver que les pasara a esas bombas de carne.
- Me gustaría que te refieras al ritmo vertiginoso de la historia, que no decae en ningún capítulo. Las aventuras están bien concatenadas, y concluyen en una historia circular: inmejorable desde el punto de vista argumental.
-La novela la concibo como un cuento largo e intento entretener en todo momento. Sobre todo a mí mismo, cuando escribo, porque de lo contrario me aburro y abandono todo.
-Ya que estamos conversando sobre el estilo. ¿Esas tachaduras, adiciones en el margen del libro en cursiva, fueron una decisión editorial, o tuyas?
-Es una decisión editorial, como sello característico de la colección.
-También hay una buena y sostenida dosis de ironía que atraviesa toda la novela. “Comenzaron a volar las confituras de plomo”, por balacera. Ese tipo de frases hace suponer que “Trasnoche vudú” está escrito en ese tono, casi en solfa…
-Sí, definitivamente está escrita en joda.
- ¿Necesitás que los títulos ilustren el contenido?, ¿cuál es la importancia que le otorgás a la hora de pensar y estructurar la novela?
- Por lo general, cuando compro un libro del que no sé nada, el índice me ayuda a darme una idea del contenido. A veces veo los títulos de los capítulos como un cuento en sí mismo. Leyendo el índice, uno puede darse una idea del argumento general de la novela, del tono y de las aventuras. Y como soy un absoluto desconocido, es prudente (y generoso) que el lector no se clave a la hora de comprar el libro.
- ¿Te imaginás la novela llevada al cine?
-No, es tan burda, tan evidente, que no podría sobrevivir a una adaptación al cine, y tampoco puede ser traducida. Una novelita condenada desde el vamos... Echadle la culpa a Joe Rough, mamones.
Hasta aquí, lo referente a su novela, pero Mariano tiene otra gran faceta que viene desarrollando a contracorriente y con gran repercusión: su labor como editor.
- ¿Cómo y por qué nació Ediciones Ignotas?, ¿tomaste como modelo algún sello internacional? Tengo entendido que está conformada por cuatro colecciones. ¿Podrías referirte brevemente a ellas?
- Nació por la necesidad que sentía de volver a poner en circulación textos agotados o traducciones inéditas e inhallables. En la Argentina, salvo raras excepciones, los editores no parecen mirar nunca hacia el pasado, no parecen sentir la necesidad de resucitar textos que fueron relegados al olvido. La colección que más me interesa, en este momento, es la de los “Exhumados” con la que intento reeditar libros argentinos de fantasía y policial que hayan sido relegados a la desmemoria.
- ¿Cuáles son los objetivos que esperás concretar con EI?, ¿qué tipo de lectores pensás estarán interesados en las colecciones que venís armando?
-Mi objetivo es publicar de a poquito, a medida que se pueda, la mayor cantidad de textos argentinos de fantasía o policial que quedaron fuera del canon. Volver a reeditar autores olvidados. Es probable que los lectores de estas literaturas sean más bien escasos, pero la idea es sumar lectores a medida que los textos alcancen difusión. Poner en manos curiosas textos que, de otro modo, sería muy engorroso descubrir o encontrar.
- ¿Qué cualidades son las que te seducen en un autor a la hora de rescatar una novela olvidada en el tiempo?; ¿su estilo?, ¿una buena historia?
-Todo eso y cierto exotismo que puede estar en el texto, en la obra en sí, en el título o el tema que desarrolla.
- ¿Es difícil tener acceso a este tipo de material?, ¿has realizado las investigaciones únicamente en la Biblioteca Nacional?
-Me manejo hurgando en bibliotecas públicas y con textos que fui comprando a lo largo de los años o que poseen coleccionistas amigos.
-¿Contás con un sitio web?
- El sitio web de Ediciones Ignotas es http://ediciones-ignotas.blogspot.com.ar/. Allí se pueden encontrar los links para conectarse con Mariano Buscaglia, por mail o en su página de Facebook. En ésta última es donde se suben las novedades, o los eventos en los que la editorial vende sus libros..
- ¿Tenés en carpeta alguna novedad para lo que queda del año en materia de publicación?
- Lo próximo en Ignotas es una antología de cuentos de horror y misterio de Víctor Juan Guillot, otro gran olvidado. El libro se titula: “El vampiro y otros cuentos de horror y misterio”.