Rabia. Pocas veces el título de una novela expresa su esencia con tanta contundencia como el que eligió el autor argentino Sergio Bizzio para la suya. El protagonista no solo es un hombre consumido por la rabia, sino la encarnación de un sentimiento de clase. José María es albañil. Uno de tantos obreros que se desloman de sol a sol sin rechistar ni hacer ruido. Más les vale: a los sirvientes lo primero que se les pide es que se hagan invisibles. Que el sudor no huela. La deshumanización es necesaria para practicar la humillación sin mala conciencia. Así es como se siente José María: humillado a diario. Rosa, su novia, otro tanto. Es empleada doméstica interna en una gran mansión, pero ella l...