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Taller de autogestión de escritura dramática

Por Susana Gutiérrez Posse

Todo comenzó allá por el año 1997, cuando un director convoca a dramaturgos, para escribir obras cortas que puedan ser representadas en la Escuela Nacional de Arte Dramático.  Así fue cómo nos conocimos. De ese espectáculo se publicó el libro Fuego que enciende fuego. Título que, creo, hemos convertido en causa. Un grupo sostenido quizá en un primer deseo: el de ser reconocido por el otro. También por una elección, la de un modo de trabajo, donde el otro funciona como motor de intercambio. Compartir el espacio más íntimo de la creación, leer y comentar los textos durante el proceso de desarrollo. Intercambiar miradas nos ha permitido a lo largo de los años elaborar diferentes materiales, algunos de creación individual y otros de creación colectiva.

Tomaría el concepto de “reescribir” de Tamara Kamenszain. Ella habla de aprender a leerse, y a esta operación la llama la reescritura. Un volver sobre lo escrito. Tan importante como las obras teatrales que se van creando en el grupo, también lo son las reflexiones e interrogantes que surgen acerca del proceso creador. Así hemos podido asistir y acompañar el desarrollo y concreción de las escenas, como también los bloqueos y estancamientos que impiden avanzar. El grupo es un centro de creatividad, donde se suma como un rompecabezas una multiplicidad de energías, ideas, propuestas y escuchas.

En 1998 surgió el primer proyecto grupal,  la escritura de monólogos publicados en el libro Monólogos de dos continentes. Invitamos a participar en ese proyecto a siete dramaturgos españoles y catorce artistas plásticos. En 2000 nos embarcamos en un segundo proyecto: La mayor, la menor y el del medio. Cinco monólogos trabajados sobre ciertos acuerdos,  el tema: una familia tipo; el  rasgo: secretos acerca de la apropiación de niños en la última dictadura. Cada uno se llevó un personaje “a cuestas” y trabajó con su propio imaginario. Una vez escritos los monólogos, realizamos un proceso de fragmentación de textos.  Etapa que podríamos llamar de lo individual a lo grupal. Preservando lo esencial de la historia,  creamos un nuevo discurso. Logramos  sumar diferentes lenguajes que desde su especificidad expresiva potenciaron la escritura escénica.

En 2001 participamos en el ciclo Teatro x la Identidad con la obra Sorteo en la que  trabajamos con una modalidad diferente a todo lo que veníamos realizando. Desde el inicio nos agrupamos alrededor de un tema. Nos zambullimos en el aquí y ahora, en un tiempo de creación simultánea. ¿De quién era ese personaje...? Perdimos los límites y las fronteras entre lo mío y lo tuyo, empezaba siendo de uno y terminaba siendo de todos. Así  el texto nos devolvía  en espejo momentos donde era posible desconocer las propias palabras,  pero también reconocerse en las que el otro escribió.

Seguimos con otro proyecto, La noticia del día, obras breves inspiradas en una noticia del diario del día de nacimiento de cada uno, de dramaturgos argentinos y españoles. La información operó como un disparador imaginativo o elemento motivador, dando origen a un entrecruzamiento y a un proceso donde la escritura periodística se fue transformando en escritura dramática. El proceso se fue realizando a través de la dinámica del trabajo de taller en una red, donde se entretejen nuestras historias con las de otros.

En 2002, Exilios. El proyecto de escritura sobre el exilio se plantea a partir de la realidad social que vive nuestro país. La situación socio-político y económica lleva a cantidad innumerable de argentinos a emigrar, reeditando el desgarramiento producido en el cuerpo familiar y social durante la última dictadura. Invitar a participar del proyecto a dramaturgos españoles y mexicanos fue una manera de compartir una experiencia común. Históricamente, entre los tres países existió un flujo migratorio: sobre todo de los españoles hacia Argentina y México (luego de la Guerra Civil y la caída de la República), y de los argentinos hacia España y México durante la dictadura militar; una vez más estalla a fines de 2001. México, por su parte, es tradicionalmente un país de recepción de emigrados, sobre todo, políticos. Y los mexicanos, en busca de otra vida, emigran a Estados Unidos, en la mayoría de los casos atravesando clandestinamente la frontera. Y por último, en 2012 se publica el libro Exclusión, que incluye 18 obras de autores españoles, mexicanos y argentinos. Sobre un tema de enorme trascendencia en la época actual.

 

Ganador al mejor libro argentino de creación literaria: "El náufrago sin isla" de Guillermo Piro es la obra ganadora del Premio de la Crítica de la Fundación El Libro 2024