“Finalmente llegan al barrio Burgués. Pero aquí también, como es habitual, hay algo anormal, extraño; es como si este barrio fuese un barrio aislado, con algunos grupos de policías (simpatiquísimos, agradables, muy agradables, alegres, con nada policial) que recorren las calles aquí y allá. Evidentemente se trata de un barrio particular, donde vive gente particular. Como luego veremos, se trata de aquellos que en el campo del sexo tienen gustos normales (los que nosotros llamamos gustos normales y que en cambio, en la ciudad de Sodoma, son evidentemente anormales)” - Pier Paolo Pasolini en Porno-Teo-Kolossal
InterZona presenta el último guion que el escritor, poeta y cineasta italiano, Pier Paolo Pasolini, trabajó entre 1967 y 1975, pero no logró filmarla porque la muerte lo alcanzó en el balneario de Ostia ese mismo año. Inicialmente titulado El cine, Porno-Teo-Kolossal se dio a conocer recién en 1989 y, según la crítica especializada, formaría parte de una Trilogía de la muerte, junto a Saló o los 120 días de Sodoma y otro film inédito, en contraposición complementaria a su afamada Trilogía de la vida (El Decamerón, Los cuentos de Canterbury y Las mil y una noches).
Con selección, traducción y epílogo de Guillermo Piro, el libro cuenta la historia de Epifanio, un rey mago napolitano, quien estaba un día mirando por su ventana cuando descubre a la Estrella Cometa que anuncia la llegada del Mesías. De ahí en adelante, en compañía de Nunzio, su apático sirviente, emprenden un viaje siguiendo la estrella que los lleva por ciudades modernas con nombres antiguos, transfiguradas: así, Roma es Sodoma, Milán es Gomorra y París, Numancia. Cada estación del viaje responde a esa regla que el narrador menciona al comienzo: “aquí también hay algo que está fuera de la norma, inesperado, extraordinario”.
Con una narración ágil, descarnada y de visos cómicos, donde se deslizan algunos comentarios sobre el tratamiento cinematográfico futuro, el itinerario que recorre Porno-Teo-Kolossal exhibe los extremos a los que puede llegar el mundo contemporáneo: una ciudad donde solo se practica el sexo homosexual y se castiga la heterosexualidad, otra donde sucede exactamente lo contrario, y otra sitiada por un ejército ultra represor. En cada una de ellas, Epifanio y Nunzio reciben la ayuda de un coterráneo que les advierte de los peligros a los que están expuestos, y en todas flota una atmósfera de inminente violencia y sadismo. El resultado es un texto vital, sumamente provocador, que atrapa por la naturalidad con que se narran los excesos de toda clase.
Esta edición de Porno-Teo-Kolossal, cuya traducción literal sería Superproducción pornográfica-teológica, incluye por primera vez El cine, la versión de esta historia escrita por Pasolini en 1973 que se publicó recién en 2006, junto con dos cartas que el autor les envió a Giulia Maria Crespi, la dueña del diario italiano Corriere della Sera, y al actor que había elegido para protagonizar el film, Eduardo De Filippo. El conjunto de los cuatro textos permite entrever no solo la maduración de una idea a través del tiempo y los procesos creativos de un director genial, sino también el peso de una historia que combina, sin ambages y de manera original, la teología con lo pornográfico.
“Hay dos motivos que hacen que esta idea no pueda compararse con otras que daban vuelta en la cabeza de Pasolini -y de las que incluso había logrado bosquejar por escrito el argumento-. Por lo que sabemos, Porno-Teo-Kolossal habría sido la última película de Pasolini, es decir, aquella con la que pondría fin a su carrera cinematográfica” - Del epílogo de Guillermo Piro