1) La Trenza
Laetitia Colombani
Editorial Salamandra ( 208 páginas)
Lo elijo porque...
Es una novela que rapta tus sentidos desde la primera línea y te lleva a recorrer el mundo y los pesares, de la mano de tres mujeres que podríamos ser todas. De la India a Sicilia en una Vespa y de ahí a Montreal, la bicicleta de los anteojos comienza a rodar hacia ese lugar fundante de nuestros afectos hecho literatura. Bellísimo y tierno recorrido.
2) Rabia
Sergio Bizzio
Editorial Interzona (192 páginas)
Lo elijo porque...
De esas novelas con un sabor agridulce pero que erosionan la zona de confort desde la que uno focaliza la realidad que lo rodea. Rabia lo saca a uno del sillón donde lee plácidamente, lo muerde e inocula un virus que es difícil de aliviar, lo posiciona desde el sentir de esa clase argentina que no tiene privilegios, marginal. Profunda y magistral novela con un déjàvu de Camus.
Sinopsis de “Rabia”
Rabia relata la historia de José María, un obrero de la construcción que vive un romance con Rosa, empleada doméstica de una familia adinerada de Buenos Aires. La historia empieza a andar cuando el protagonista asesina al capataz de la obra en la que trabajaba y debe esconderse en el ático del hogar donde Rosa pasa sus días. Desde ese habitáculo minúsculo el lector asiste a las peripecias que debe hacer aquel para alimentarse, higienizarse, sobrevivir, tratar de conservar la relación amorosa que mantiene con ella y enterarse de cómo marcha la economía del país. Con un final inquietante, asombroso.
3) Seda
Alessandro Baricco
Editorial Anagrama (128 páginas)
Lo elijo porque...
Hay novelas como Pedro Páramo que producen una impresión de tierra seca en la boca. Seda tiene la capacidad y la sutileza de generar esa sensación acariciadora en la piel que perdura más allá de sus páginas. Con diálogos profundos y seductores se desarrolla esta novela, envuelta en un halo de erotismo, que provoca encantamiento y devela una cultura milenaria.