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Ariel Magnus, tras los pasos de Emma Zunz, la heroína vengativa de Borges, en una novela vetada por Kodama

El escritor argentino publicó una relectura del relato borgeano que imagina cómo siguió la vida de la protagonista e incluye personajes de otros autores como Cortázar, Arlt y Onetti; el intercambio de cartas entre Magnus y el agente literario Andrew Wylie Por Daniel Gigena

Doce años después de que el escritor Ariel Magnus (Buenos Aires, 1975) terminara de escribir la primera versión de una novela que sigue los pasos de Emma Zunz, la vengativa heroína del célebre cuento borgeano “Emma Zunz”, el sello Interzona publicó Continuidad de Emma Z. ($ 23.900) que, como indica el título, es una continuación del relato cuyo argumento fue provisto al autor por Cecilia Ingenieros. El motivo de la demora fue que la viuda y heredera de Jorge Luis Borges, la escritora María Kodama, no había autorizado la publicación. Magnus conversará este domingo a las 19 con Daniel Mecca en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (avenida San Juan 328), en la última jornada de la sexta edición del BorgesPalooza.

Por recomendación de los abogados de la editorial mexicana Océano -donde en un principio se iba a publicar la novela (que tiene como protagonistas a personajes literarios creados por Borges y otros autores)-, Magnus y su agente literario, Michael Gaeb, le enviaron a Kodama la novela y una carta para solicitarle permiso. Ambos estaban al tanto de los pormenores del litigio judicial que había involucrado al escritor Pablo Katchadjian y a Kodama por El Aleph engordado.

“Estimada María Kodama: Me dirijo a usted con el fin de solicitarle permiso para publicar una novela donde se cuenta cómo siguió la vida de Emma Zunz después de su venganza -comienza la carta de Magnus, fechada en octubre de 2012-. El título es ‘Continuidad de Emma Z.’ y prácticamente todos los personajes de la misma están tomados de otros escritores que admiro (Cortázar, Arlt, Onetti, Thomas Mann). En la novela también aparecen algunos autores de estos personajes, específicamente Borges, Onetti y Martín Kohan (autor de ‘Erik Grieg’, una continuación de ‘Emma Zunz’ desde el punto de vista del marinero)”. En una vertiginosa pirueta metaliteraria, Kohan también firma la contratapa del libro.

Y hace un “cameo” el director cinematográfico Leopoldo Torre Nilsson que adaptó el cuento en su película Días de odio. Magnus es uno de los novelistas más originales de la literatura argentina y el humor nunca falta en sus libros. Continuidad de Emma Z. es su vigésima novela.

En la carta, el autor resume el argumento en el que confluyen tres historias. La primera empieza en 1922 y cuenta que Emma ha quedado embarazada; la segunda, que comienza en 1954, relata el devenir de Emanuel, uno de los hijos de Emma que, como su madre, se casa con un personaje de Onetti. La tercera historia, con la que abre el libro, empieza en 1986 y está narrada en primera persona por el último médico que atendió a Borges en Ginebra (y que resulta ser un personaje de La montaña mágica).

“Le resumí el libro por si sus compromisos no le dan tiempo para leerlo, aunque naturalmente nada me pondría más contento que poder contar con su lectura, sobre todo por el capítulo en donde aparece Borges -prosigue la primera misiva-. Soy un admirador incondicional de su obra (la tesina con la que me recibí en la Universidad Humboldt de Berlín versa precisamente sobre Borges y Leibniz) y lo último que quisiera es haber hecho un retrato de él que pudiera molestar a quienes lo conocieron personalmente. Lo que tampoco quisiera, y por eso le envío esta carta, es incurrir en algún tipo de práctica literaria que usted pueda considerar inconveniente o abusiva. Confío en que ese no es el caso, pues continuar historias ajenas es una práctica atestiguada en la literatura, y surge de la admiración y el respeto. Lo particular de este caso, y me gusta creer que Borges no lo hubiera desaprobado, es que se ensamblan historias de varios autores, como si fueran parte de un mismo libro que se va escribiendo en conjunto a través de las generaciones”.

La respuesta llegó en inglés, firmada por el agente literario Andrew Wylie, tres meses después. “Hoy tuve la oportunidad de discutir el asunto con María Kodama. Leyó la novela con mucha atención y le encontró muchas cosas valiosas. Sin embargo, hay dos aspectos que le desagradaron, y como el Sr. Magnus dijo que estaba abierto a hacer revisiones, querría compartir sus preocupaciones: primero, la presentación de Borges como antisemita; y, segundo, la presentación de Borges como si fuera la propia Emma Zunz. Como sin duda están al tanto, María se ocupa mucho de la obra de Borges y por eso le molesta lo que considera distorsiones de su persona en las obras de otros autores. Espero que el Sr. Magnus esté dispuesto a considerar una revisión, como expresó previamente”.

En enero de 2013, Magnus envió una segunda carta y la versión corregida del inédito. “Ante todo, permítame agradecerle que se haya tomado la molestia de leer mi libro y de contestar a mi pedido -le expresó a Kodama-. Lo aprecio mucho. En cuanto a sus objeciones, de más está decirle que ninguna de las dos interpretaciones problemáticas son opiniones mías, sino absurdos que propone el narrador […]. Por eso hice algunos cambios en el tramo donde podría interpretarse que Borges coquetea con el antisemitismo, cuando lo que ocurre es exactamente lo contrario: lo parodia y se aprovecha de su estrechez para construir al personaje y justificar su accionar en el cuento […]. En cuanto al último capítulo de la parte del médico, le agregué algunas consideraciones sobre las biografías y le quité un tercio de las disquisiciones sobre presuntos paralelismos entre realidad y ficción. Quitar por completo la insinuación de una lectura autobiográfica de ‘Emma Zunz’ haría tambalear toda la historia del médico, pues gracias a ese giro se ponen en contacto la ficción y la realidad desde el punto de vista del lector, y se cierra así el círculo entre el personaje y su autor. Resulta claro, por lo demás, que esta interpretación es el último desquicio del médico-hermeneuta, por lo que no tiene ningún valor de verdad”.

“Vuelvo a agradecerle por su tiempo y su paciencia. Espero que después de estos cambios pueda olvidarse del tema y por mi parte pueda, con su debida autorización, publicar este homenaje a mi autor preferido”, concluía la carta.

La respuesta llegó, otra vez en inglés, un mes más tarde: “Gracias por el manuscrito revisado, que María leyó atentamente. Lamento tener que transmitir que, tras mucho considerarlo, no está en condiciones de autorizar la publicación. Disculpas por decepcionarlos”.

“Ese fue el fin de la novela, en el sentido más amplio del término -dice Magnus a LA NACION-. A pesar incluso de que una amiga en común intercedió para que reviera su postura, nunca más contestó”. Continuidad de Emma Z. era la primera de una serie de novelas “transtextuales” donde conviven personajes de la realidad y de la ficción. “Ahora terminó siendo la última”, dice el autor de El que mueve las piezas y La fiesta de un fauno.

La continuación de la historia de Emma Zunz surgió de distintas fuentes. “Pensaba qué hubiera pasado si el marinero hubiera dejado embarazada a Emma: quedaba algo más por contar -dice Magnus-. Y, además, quería hacer un libro donde todos los personajes fueran personajes de otros escritores, en su mayoría argentinos. Cuando el editor de Oceáno, el escritor Martín Solares, leyó la novela y la editó, me dijo que le faltaba un segundo crimen, que repuse. Todo estaba encaminado hasta que los abogados dijeron que podría traer problemas con Kodama y, entonces, quedó en la nada por muchos años. Después de la muerte de ella, y aunque también podría ser problemática la publicación, por suerte encontré a un editor al que no le importa: Guido Indij”.

En las primeras páginas de la novela, Kodama es descripta como una mujer distraída de aire juvenil que, a ojos del médico-narrador, podría haber sido la nieta de Borges. “En la versión que le había mandado en 2012, ya había hecho unos recortes con unas teorías del narrador acerca de quién es Kodama, que supuse que no le iban a gustar. Así que empecé mal, autocensurándome”. Esas teorías fueron restituidas a la “versión original” que ahora se encuentra en librerías.

Es la primera vez que Magnus participa del BorgesPalooza. “Me parece alucinante que exista un festival solo dedicado a Borges -dice-. Como Bloomsday, en Dublín, por Ulises de James Joyce, cada 16 de junio. Borges es el escritor que se lo merece. Me encanta la idea y este tipo de homenajes es el que mantiene vivo a un autor. Espero que mi aporte sea de ese orden”.