Recostada de lado, calma, paciente, gigante, lo tuve apretado, con sus ojos de vuelta, con los párpados arqueados sobre las primeras preguntas; lo llevé durante meses, y ahora me mira; lo miro y no sabemos ya quiénes hemos sido. En este instante preciso de contra-nacimiento nos es dado un tercer cuerpo donde nacemos mutuamente. Primero pasa la cabeza - Hélène Cixous
InterZona presenta una nueva obra narrativa de Hélène Cixous: El tercer cuerpo, con traducción de Margarita Martínez.
A partir de una escena cotidiana entre amantes, la novela aborda el amor, la cercanía y la distancia, la identidad que trasciende lo individual pero a la vez lo contiene y la creación de un lenguaje propio entre dos que son tres. Lenguaje hecho de historia personal, de momentos compartidos, de jeux de mots, de neologismos y, por supuesto, de literatura.
En diálogo con dos clásicos de la literatura alemana –La marquesa de O (1805), de Heinrich von Kleist, y Gradiva (1903), de Wilhelm Jensen, que motivó un texto canónico de Freud–, la prosa de Cixous resuena entre el ensayo y la ficción. Su estilo va de la precisión analítica al rapto onírico, de los pasajes poéticos hasta la crítica de su propia manifestación. Como se lee: “la vida a veces se juega en una frase, o incluso en un único signo, que es quizás una frase plegada, e incluso se juega en una única letra que aferra todo. Soy la presa de las frases”.
Con una escritura en red, que entrelaza diversas unidades de sentidos y abreva en distintas fuentes, para hacer de ese, El tercer cuerpo, un descubrimiento tras descubrimiento, que nunca se atiene a lo previsible, incluso de su misma construcción. Cada pasaje suma una nueva capa de correspondencias: entre escenas, entre imágenes muy puntuales, entre palabras, emociones, pensamientos, sonidos o inter textos. El significado es algo móvil, nunca fijo, que procede por acumulación de núcleos de sentido y en cada nueva vuelta de página deja ver un poco más de la trama: los encuentros y desencuentros de la narradora con su amante T. t., esa doble inicial que puede ser cabeza [tête] o todo [tout].
Publicada en 1970, la novela ya es insignia de su escritura-presente y de su indagación sobre la escritura femenina, esa forma de habitar el lenguaje, como invitación a escribir los cuerpos y los deseos siendo la escritura. Una escritura que se construye sobre y más allá de los límites y clasificaciones de los géneros –literarios– y confirma las sospechas que se habían despertado en Hipersueño (interZona, 2021): Cixous es la más filosófica de los escritores y la más literaria de los filósofos. No hay una sola línea fortuita en El tercer cuerpo, por eso la entrega en el acto de lectura debe ser completa, casi devocional, como la que se da entre dos amantes.
Para mí lo ordinario es extraordinario. Para él lo extraordinario y lo ordinario se confunden, y es por esta razón que solamente ve todas las cosas, y todos los hechos y todas las mujeres tienen dos caras, que son lo ordinario y lo extraordinario, lo femenino y lo masculino, el sábado y el domingo, el día y la noche; porque él es un sabio. Y sobre todo la vida y la muerte según se gire el ojo hacia uno mismo o hacia el otro - Hélène Cixous