Durante años me excusé de participar en las encuestas acerca de los mejores libros del año, resistiéndome a la tentación de votarme a mí mismo para corroborar luego, melancólicamente, y con los resultados ya publicados, que había obtenido un único y parcial voto. Y justo este año que no publiqué novela ni libro de cuentos alguno, justo este año no fui requerido. Así que me invadió el deseo de ser imparcial y hacer Justicia, mencionando por orden de aparición los libros de dos amigos, luego el de un autor anónimo, y por último el de una dama de las mejores letras.
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Pasaría luego a Perdidos, de Sergio Bizzio. Desde hace años, Bizzio viene produciendo, imperturbable a los encantos de toda moda…no importa. Perdidos es una reescritura alada y aérea de Mis naufragios, de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, despojada de todo anacronismo y obstinadamente resistente a mantener contacto con El entenado, de Saer.
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