“¡Qué tremenda cachorra cachonda me había atrapado! Las dos participábamos de un trajín eufórico, público y despechado, en el cual yo no dejaba de mirar cómo se le sacudían las gomosas que, felices, saltaban contra mi cara. Ayudada por las fuerzas proteicas con que su cena la había nutrido, me galopó hasta el amanecer, cada vez hecha más milanesa.”
Presente perfecto
“Rebeca, aterrada ante este augurio, trató de leer algún otro designio. ‘Las palmeras no tienen cocos.’ ‘Los pájaros bondadosos no se ven.’ ¿Cómo decir estas señales en afirmativo? Las palmeras descocadas. Los pájaros ocultos. Si sonaba bien, se saltaba el mal presagio. Sabía hacer trampa: para ella, lo único que trenzaba un augurio al destino era un opuesto indecible.
-Si fuera un poeta escribiría para conjurar.
-¿A quién?
-Al miedo. Al futuro.”
Los dioses cazadores
Comenzó a escribir novelas a los 14 años. En 1999 publicó su primer libro de poesía, Alga (Siesta). Le siguieron Crin (Belleza y Felicidad, 2001), Pendejo (Eloísa Cartonera,2002) y Sed (Cencerro, 2004). En 2004 publicó Presente perfecto, un libro compuesto por dos novelas breves, con la editorial interZona, publicada con el subsidio de la Fundación Antorchas, cuyo jurado fue César Aira.
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