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El centro del mareo

by Javier Esteban R. / Como si estuviéramos leyendo las hojas sueltas de un diario, o lo que una niña fue escribiendo en su propio diario a lo largo de su vida, recorremos desde la infancia hasta la adolescencia un mundo en el que ella posee sus propias reglas. Es la narradora la que, noche tras noche, va saltando de sueño en sueño, viendo a sus dos hermanas, Inés (la menor) y Victoria (la mayor) en sus camas y respetando sagradamente sus descansos, a sabiendas de que está terminantemente prohibido despertarlas. De todos modos, ella cree que las tres pueden unirse en un mismo sueño.

Pareciera que todo a su alrededor es un mundo fantasioso, con algunos personajes más oscuros, otros más tiernos, y los siempre más cercanos, sus propios padres, a los que la niña, en sus primeros años designa con nombres y reglas propias. Ese mundo con sus reglas propias se perfila como la única forma de vivir la realidad. Estaremos entonces a merced de estas reglas y todo sucederá bajo ese Status Quo. 
Un padre enfermo y el ir aprendiendo los aspectos más básicos de la vida (los primeros besos, el descubrimiento de ser una mujer, del cuerpo, los enamoramientos con sus amigos) son en definitiva la gran aventura de estas tres hermanas que son testigos de una década pasada, los setenta y principios de los ochenta. La prosa, en forma de diario, relata sus anécdotas en ese género que ya es tan literario como el autobiográfico. Así, aprenderá la vida a través de películas como Belle de Jour, de Luis Buñel, y sus consabidas prohibiciones. 
Esta es la historia, en definitiva, de una familia contada a través de los ojos de tres juguetonas, intrépidas e inquietas niñas, que se abren al mundo con toda la gracia que pueden contener unas chicas de entre siete y catorce años. Inés y Victoria, van creciendo a la par que ella y experimentan diferentes vivencias y acontecimientos, algunos más profundos y dolorosos, que las marcarán para siempre. Cada parte del libro abarca un extracto del diario personal, que vive con angustia el paso del tiempo, pero siempre con mucha gracia y divertimento. Son inocentes, todo lo que les rodea les importa hasta tanto ellas sean las afectadas, como la enfermedad de su padre, o la pérdida de un amigo, o los comentarios humanísticos que hace su madre. Y como en todo diario, en donde una persona vuelca sus más profundos sentimientos, son éstos los que nos darán las pistas de quiénes son y dónde están. Esta novela, o fábula autobiográfica, son las páginas sueltas que vamos encontrando en el camino, como Hansel y Gretel en el sendero del bosque hasta que llegan a una casa habitada por una bruja, y fueron atraídos mediante caramelos. Será algo así lo que nos deparará su final, ya que ésta es una de esas novelas en las que cuando la empezamos, no nos detendremos hasta averiguar su desenlace, e incluso no querremos que se termine por lo bien que está escrita.
 

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