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Especial: Luisa Valenzuela

Por Ximena Venturini

A propósito de la entrega del doctorado honoris causa en la Universidad Nacional de General San Martín en 2017, el escritor Cristian Alarcón tituló su laudatio refiriéndose a Luisa Valenzuela como «la bruja del post boom». La escritora, que comenzó a escribir con solo veintiún años y que vivió entre ciudades como París, Barcelona, México y Nueva York, se codeó con los escritores del famoso boom latinoamericano. Mujer brillante, inusualmente valiente en un mundo de hombres, Valenzuela se abrió camino en el periodismo y la literatura con talento y valentía. Hija de una madre escritora, amiga de Jorge Luis Borges, a quien recuerda escribir desde la cama, desde chica fue una lectora voraz que descubrió tempranamente el misterio de las palabras. Nacida en la Buenos Aires de entreguerras, su curiosidad la llevó a comenzar escribiendo en el periódico La Nación de Buenos Aires, bajo la férrea pluma de Ambrosio Vecino. Ya desde París, comenzó la escritura de su primera novela, Hay que sonreír. Dueña de una pluma deslumbrante, posee, en palabras de la crítica literaria española Francisca Noguerol, «encanto». Desde esa primera novela, Valenzuela ha sido traducida a más de diecisiete lenguas y publicado más de treinta títulos, donde ha abordado los distintos géneros como las novelas, los cuentos, los microrrelatos y el ensayo.

Ganador al mejor libro argentino de creación literaria: "El náufrago sin isla" de Guillermo Piro es la obra ganadora del Premio de la Crítica de la Fundación El Libro 2024