Hacia mediados de la década del 80, una serie de escritores jóvenes se dedicaron a cambiar el panorama de la literatura francesa: Christian Gailly, Jean Echenoz, Jean-Philippe Toussaint, Patrick Deville. Herederos del nouveau roman y de la vanguardia a lo Raymond Roussel, le sumaban una lectura libre del minimalismo anglosajón, del cine clase B y del policial negro, cruzando con un humor entre absurdo y melancólico. La ironía y la erudición era su carta de presentación, y pronto se habló del nouveau nouveau roman. Veinte años después, Christian Gailly sigue estando entre los escritores más interesantes de la escena literaria francesa.
A todos esos elementos, Gailly le agrega la influencia decisiva del jazz. En Be-Bop, la relación entre dos hombres y una enigmática mujer, cerca de un lago en verano, es descripta con frases cortas –como punteos– y el encadenamiento de la trampa puede leerse como largos solos, con ese tono entre lúcido y radical que tiene el jazz cuando se toca bien. De eso no cabe duda: Christian Gailly escribe muy bien.
Cristiano Gailly (París, 1943-2013) fue un escritor francés.
Su obra mantiene un vínculo con su amor por la música, incluyendo jazz en novelas como Be-Bop. Entre sus escritos se encuentran Dijo (1987), K. 622 (1989), El aire (1991), Dring (1992), Flores (1993), El incidente (1996), etc. Esta última novela y La hierva salvaje fueron adptadas cinematográficamente por Alain Resnais y Jean Achache respectivamente.