José da Silva es un obrero explotado que, en búsqueda de un aumento que le permita almorzar, se encuentra en la carrera entre el salario mínimo y el costo de vida, que le lleva siempre la delantera. En su camino de explotación hasta la revolución se convierte en víctima de su mujer, compañeros, feriantes, diputados, líderes políticos, policías y hasta del ángel de la guarda, usurero de la empresa de electricidad, y termina viviendo por y para el deber sagrado; el voto comprado. Una tragicomedia musical con reminiscencias circenses que no pierde vigencia ni la oportunidad para abrir las puertas a la revolución emancipadora y liberadora del teatro del gran maestro Boal.
“Con Revolución en América del Sur Augusto Boal demuestra ser un dramaturgo insoslayable del teatro latinoamericano, al mismo tiempo que un analista político de lucidez estremecedora. Su obra se lee hoy con plena vigencia, y considerando el rumbo que se ha impuesto en los últimos años a nuestro continente, Boal se constituye en un auténtico vidente. Es una gran alegría rescatar este texto dramático para su lectura y su puesta en escena: parece escrito hoy para pensar el presente y el futuro inmediato de América Latina en la nueva encrucijada político-social”.
Jorge Dubatti
Augusto Boal nació en Río de Janeiro en 1931 y falleció en 2009. Estudió Arte dramático en la Universidad de Columbia, fue escritor, dramaturgo y director de teatro. Además de haber dasarrollado importantes métodos pedagógicos para la transformación social a través del teatro, publicó obras teatrales y libros de teoría del teatro, se destacan Revolución en América del Sur, Bolívar, labrador del mar, Crónicas de nuestra América, La estética del oprimido, Juegos para actores y no actores, y Teatro del oprimido, que fue traducido a más de 25 idiomas. Fue reconocido como un gran revolucionario, tanto en el ámbito teatral como en pedagogía. Recibió innumerables premios y reconocimientos, entre ellos el Premio a la trayectoria, otorgado por la Asociación Americana de Educación superior, la Medalla Pablo Picasso por la Unesco y fue nominado para el Premio Nobel de la Paz en 2008.