Tengo un poco de miedo por este libro. Porque es un libro de amor. Es un arbusto ardiente. Mejor tirarse en él. Una vez en el fuego uno se baña en dulzura. Yo estoy ahí, lo juro.
¿Quién puede contener la felicidad y el dolor del amor en una fórmula o en una serie de palabras encadenadas? Para la narradora de este canto incendiario, de esta ofrenda a una mujer que es más que una mujer, que es el principio y el fin de todo lo que existe, su pasión, tan física como infinita, solo puede ser experimentada en el cuerpo, en los sueños, en el temblor de la voz.
El libro de Prometea recurre al ritmo y a la entonación de la oralidad, como así también a las imágenes fantásticas latentes en el inconsciente, para renunciar al control y dejarse arrastrar por el caudal ilimitado de los sentimientos.
Recuerdo el primer manuscrito que me confió Hélene. Llegó como un meteoro a mi jardín. El campo cultural o socioeditorial, el “lectorado” de la época no estaba preparado, me parecía (¿me equivoqué?), para recibir y medir lo que ahí comenzaba. Así que temí por ella en el transcurso de la lectura, con este doble sentimiento: deslumbramiento y angustia.
Jacques Derrida
Se trata de salir de la tradición falo céntrica y decir, junto a Cixous, que toda escritura es —en la medida que nace— femenina. Para eso no necesariamente hay que ser mujer. Se trata de llevar la escritura hacia un lugar indiviso, neutro o bisexual, como un modo de expulsar todo tipo de diferenciación: que el sentido se escriba en términos de absoluta individuación. Cixous reclama la salida de “la gloriosa monosexualidad fálica del hombre” para no caer en ningún excluyente, sino para “multiplicar los efectos de la inscripción del deseo”.
Walter Romero
Hélène Cixous (Argelia, 1937) escritora, poeta, dramaturga y filósofa. A partir de sus sorprendentes y frescas posturas teóricas fue ganando reconocimiento desde, que haya sido reconocida tempranamente por el Premio Médicis en 1964, como una voz incisiva, que combina literatura, filosofía, meditación personal e intensa sofisticación estilística que transformó fundamentalmente la forma en que pensamos la sexualidad. el lenguaje, la escritura y la identidad. En 1974, fundó la primera casa de estudios de géneros de Europa, el Centre d’Études Féminines et d’Études de Genre, en la Universidad de París VIII. Desde 1987 escribe las obras del Theatre du Soleil. Entre sus afinidades, ha mantenido una cómplice amistad con Jacques Derrida, Judith Butler, Jean-Luc Nancy, Arianne Mnouchkine o Julio Cortázar. Podría definirse como la más literaria de los filósofos o la más filosófica de los escritores contemporáneos. Entre sus obras más destacadas se pueden mencionar, La risa de la medusa, Velos (en colaboración con Jacques Derrida), Le livre de Prométhéa, Le troisième corps.