Un libro puede cambiar la forma de entender el mundo. Después de un 2024 complejo, con una reducción significativa de títulos editados y caída estrepitosa de las ventas, las editoriales -grandes, medianas y pequeñas- apuestan a publicar “los mejores textos posibles” en un contexto en el que impera la incertidumbre por lo que vendrá. El nivel de audacia declina y la mayoría prefiere apostar por “lo seguro”. En los planes editoriales de este año se imponen los nombres más conocidos. La edición independiente, como suele suceder, sigue siendo el terreno donde emergen nuevas voces, textos inéditos o valiosos rescates. En el compendio de novedades suscitan interés las memorias de Beatriz Sarlo, un ensayo del filósofo esloveno Slavoj Žižek, los nuevos trabajos de César Aira, Samanta Schweblin, Camila Sosa Villada, Guillermo Martínez, Pedro Mairal y Selva Almada, un libro póstumo de Juan Forn, inéditos de Hebe Uhart y Sylvia Molloy, y la poesía completa de Julio Cortázar, que incluye también algunos inéditos.
Ficciones gauchopunks
En la colección “Línea C” de la editorial Interzona saldrán dos novedades: El árbol viene, del escritor español Munir Hachemi, sobre una colonia aislada durante más de 150 años que vuelve a contactarse con su sociedad de origen; y Edwin Mullhouse, de Steven Millhauser, un clásico contemporáneo que llega al público hispanoblante. La misma editorial lanzará La familia de las cosas, una colección de cuentos de Elsa Drucaroff que explora la vida de los objetos y las historias humanas que los rodean; y Mejor no contar, de Tatiana Salem, una novela en la que autora brasileña aborda temas urgentes como el abuso sexual, la violencia psicológica y la lucha por la libertad femenina.