En el siglo XVII, el shogunato Tokugawa inauguró un período de paz interna y prosperidad inédito en la historia de Japón. En esta era de modernización, florecieron las artes en el ámbito de una vida urbana que introducía nuevas formas de ocio y placeres. La nueva clase urbana de mercaderes y artesanos, o chônin, demandaba espectáculos teatrales y entretenimientos, entre ellos los libros de amor sexual como el Nanshoku Ôkagami. El gran espejo del amor entre hombres es uno de los clásicos más importantes de la literatura japonesa, solo comparable por su belleza y relevancia a El libro de la almohada o al Hagakure. Ihara Saikaku dejó como legado en esta obra un reflejo de los principios éticos y estéticos del shudô (lit: el camino por los jóvenes), el vínculo espiritual y amoroso entre hombres y la forma más elevada del amor romántico según la cultura de su tiempo.
El texto de Saikaku pertenece a una tradición premoderna donde el amor homosexual no era representado como perverso y se integraba a la amplia esfera del amor sexual como tema literario; una tradición que no apelaba a la estrategia de enmascarar y revelar. Esta notable ausencia de estigmatización es su principal atractivo y parte del misterio de su belleza.
Mariana Enríquez
Ihara Saikaku (Osaka, 1642-1693), seudónimo de Hirayama Tōgo, fue un poeta y novelista japonés considerado una de las más brillantes figuras de la literatura japonesa del período Edo en la historia de Japón. Ganó fama por su rapidez al componer haikai-no-renga, y estableció un record al crear 23.500 versos en un solo día durante una ceremonia en el santuario de Sumiyoshi, en Osaka, en 1685.
Es conocido por sus novelas Kōshoku Ichidai Otoko (1682), Kōshoku Gonin Onna y Kōshoku Ichidai Onna (ambas de 1686). Si bien logró mucha popularidad con su género literario costumbrista, cínico y picaresco, la obra en prosa de Saikaku no fue valorada por el entorno literario de la época. Fue recién a finales del siglo XIX cuando comenzó el redescubrimiento de Saikaku como escritor. La censura sobre el contenido erótico de su obra hizo que el primer volumen de sus obras completas no apareciera hasta 1949. Actualmente, es considerado como el mayor escritor de ficción de su tiempo, y de gran influencia en escritores japoneses modernos.